Notable para el Valencia y el Atlético de Madrid, porque el Valencia ha hecho la mejor primera vuelta de su historia, aunque no tiene el desgaste de las competiciones europeas, pero está en cuartos de la Copa del Rey, y notable para el Atlético de Madrid, segundo en la Liga, clasificado en la Copa pero eliminado de la Champions, aunque la Europa Liga le da una oportunidad para alcanzar aún un título europeo.
¿Y el Madrid? Pues suspende claramente en la Liga, cuarto a 19 puntos del Barça, clasificado para la Copa del Rey y la Champions, pero en una situación de absoluta desconfianza e inseguridad, donde el Leganés se convierte en una amenaza para su actual estado anímico y físico, este jueves en la Copa, y el PSG en un temor justificado en febrero, porque en estos momentos es mucho mejor equipo que el Madrid para pasar a cuartos de final en la Champions. Esos son los dos grandes y temidos exámenes que tiene que pasar el Madrid ahora.
La Copa podría anestesiar un poco el fracaso en la Liga si se acompaña con una actuación brillante en la Liga de Campeones. Otra cosa sería una temporada de fracaso deportivo, que tampoco es una tragedia, porque la historia de los clubes más grandes está llena de estas curvas y toboganes de éxitos y fracasos, y en nuestro fútbol es un movimiento pendular que condiciona el éxito del Barça al fracaso del Madrid y viceversa. Y el péndulo dura más o menos tiempo en uno u otro lado según los aciertos o los errores que cometan, y lo que tarde en corregirlos, y en esas estamos. Bien es verdad, que el péndulo lo desequilibra Messi con bastante frecuencia.