CON DIEGO FORTEA

Historias de la radio: anécdotas de ascensores de la radio

Diego Fortea nos trae en 'Historias de la radio' de 'Más de uno' las mejores anécdotas en las que presentadores de la radio no han podido llegar a sus trabajos por culpa de un ascensor.

Diego Fortea

Madrid | 18.07.2022 13:22

En más de una ocasión, un ascensor estropeado ha llegado a impedir que un profesional de la radio pueda llegar a su puesto de trabajo. Y hoy traemos varios ejemplos:

De la primera anécdota de ascensores se acordará Begoña Gómez de la Fuente. Ocurrió el 16 de marzo de 2012. David del Cura llevaba sustituyendo a Carlos Herrera desde las 7 y media de la mañana; y Begoña a partir de las 10... ¿Y dónde estaba el presentador? ¿Malito en casa? ¿De asuntos propios? No. Estaba encerrado en el ascensor de la redacción de Onda Cero... A las 10 y media pudieron sacarlo… tres horas se tiró metido, el pobre.

Segunda anécdota de ascensores. 16 de septiembre del año 2000, en la novena etapa de la Vuelta ciclista a España, que terminaba en Zaragoza. José María García se desplazó hasta allí con todo el equipo de Supergarcía en Onda Cero. Pues qué mala suerte, que al butanito también se le paró el ascensor del hotel donde se hospedaba. Pudieron sacarle antes de que comenzase la retransmisión, pero la historia llegó hasta los de El Radiador, la sección de humor del programa deportivo de la COPE El Tirachinas, de José Antonio Abellán. Óscar Blanco, David Miner y Fernando Echevarría hicieron una recreación guasona de cómo pudo haber sido el momento de García en el ascensor. En su parodia, todo aquello había sido una encerrona perpetrada por José Ramón de la Morena y Manolete.

Y vamos con la tercera y última anécdota de ascensores. Esta se produjo en las instalaciones de Radio Voz. Y la relató Rafael Cerro en su programa ‘Aquí somos así’...

Pues sí, Radio Voz compartía edificio con otras empresas. Y Pumares pulsaba absolutamente todos los botones del ascensor, de manera que se tardase mucho más en hacer todo el trayecto. Y todo porque estaba harto de que los trabajadores de Radio Voz, que tenía dos plantas, cogiesen siempre el ascensor, teniéndolo ocupándolo en todo momento y fastidiando el correcto y fluido trayecto entre las distintas plantas del edificio. Pues Pumares le declaró la guerra hasta a los mismos responsables del mantenimiento del ascensor...