Historia de la tumba de Cleopatra
En los próximos días se van a cumplir 2.050 años de la muerte de Cleopatra. Sobre Cleopatra y Marco Antonio, escribió William Shakespeare que "ninguna tumba en la Tierra podría encerrar a una pareja como la que ellos formaron".
Si ustedes buscan en internet la siguiente frase: la tumba de Cleopatra… es posible que lleguen a una conclusión equivocada. Es posible que puedan pensar que por fin se resolvió el que estaba considerado uno de los mayores misterios de la Arqueología y de la Historia. Y sin embargo, a pesar de que hace unos meses hubo cierto convencimiento de que el objetivo había sido localizado, a pesar de la idea inicial que llegó a ser concebida; todavía, -a día de hoy- sigue sin encontrase el sepulcro de una mujer hermosamente inteligente. La tumba de Cleopatra es -aún- una búsqueda que continúa.
Ni siquiera es seguro que Cleopatra se suicidara. Ni siquiera ese desenlace está claro. Algunos años después del fallecimiento en la cruz de Jesús de Nazaret, el biógrafo romano Plutarco escribió esa versión de lo ocurrido. Plutarco contó que derrotado por Octavio en la batalla de Actium, Marco Antonio se quitó la vida clavándose su propia espada al recibir la falsa noticia -entonces también las había- de que la reina de Egipto había muerto. Sin embargo, Cleopatra seguía viva hasta que, según Plutarco, rodeada de suntuosas perlas, Cleopatra se suicida en los primeros días de agosto del año 30 antes de Cristo. Supuestamente por la mordedura de una serpiente a la que ella misma obligó. Esa es la versión que llegó a los libros de texto. ¿Pero, realmente, fue eso lo que sucedió?
La ubicación de la tumba de Cleopatra sigue resultando enigmática. Lo que hay es una versión de los hechos escrita por los romanos teniendo en cuenta que para ellos Cleopatra era el enemigo. Fueron los romanos los que de ella proyectaron la forma más interesada del erotismo, atribuyéndole la pérfida habilidad para seducir tanto a Marco Antonio como a Julio César. Los romanos aseguraron que Cleopatra fue enterrada en un mausoleo levantado a la altura de una reina. Y sin embargo, en Alejandría no se ha encontrado rastro alguno de una tumba semejante que pueda corresponderse con la de Cleopatra. Aunque tampoco es sencillo puesto que una parte considerable de lo que fue Alejandría quedó sumergida. Toda la zona próxima a lo que fue el palacio de Cleopatra sigue bajo las aguas.
Los jefes de la arqueología en Egipto descartaron hace sólo unos meses que la tumba de Cleopatra estuviera ubicada en un templo en ruinas dedicado a Osiris, a unos 50 kilómetros al oeste de Alejandría.
Hace poco lo han descartado cuando llegaron a anunciarlo hasta con petulancia, considerando muy probable lo que todavía no había sido localizado.
Después de diez años de excavaciones en las ruinas de Osiris no ha aparecido nada que conduzca al mausoleo de la reina Cleopatra. Y ahora ya sí parecen asumir que en esa zona no está lo que buscaban.
El hallazgo de su tumba sería una noticia de máximo impacto para la Historia y la arqueología. Aunque, es posible que nunca aparezca. Es posible que nunca se sepa, porque es probable fueran muy pocos los que estuvieran al tanto de cómo murió Cleopatra y de qué fue lo que sucedió con su cuerpo. Seguro sí conoció todos los detalles Octavio Augusto el que fuera nombrado primer emperador de Roma sólo tres años después de la extraña muerte de Cleopatra.