con javier cancho

Historia del tesoro de Forrest Fenn

Un cofre escondido en las Montañas Rocosas por un excéntrico millonario. La búsqueda de miles de personas durante una década. Y las cuatro muertes que hubo.

Javier Cancho

| 10.06.2020 11:13

Dentro del cofre había oro y joyas. Lo que contenía ese cofre estaba valorado en más de un millón de dólares. Y fue escondido en algún sitio muy concreto de las Montañas Rocosas. La aventura consistía en encontrar dónde estaba exactamente ese metro cuadrado bajo el que fue enterrado, en algún sitio desconocido de la cordillera que atraviesa de norte a sur los Estados Unidos. El cofre, ya en sí mismo, tiene talladas figuras de animales precolombinos, con incrustaciones de espejos prehistóricos de oro martillado y antiguas representaciones chinas talladas en jade. El cofre y todo su contenido era un tesoro pensado para que se lo quedase aquel que lo encontrase.

Pero, había una montaña entera para buscar y sólo un poema para orientarse. Para los rastreadores que se atrevieran, únicamente había nueve pistas. Y las nueve estaban en la autobiografía de Forrest Fenn. Estaban escondidas en un libro publicado, contenidas dentro de un poema.

Como he ido allí solo y he sido audaz con mis riquezas, puedo mantener mi secreto en un lugar concreto. Este sólo es un fragmento de las 24 líneas del poema. Un poema que era el mapa del tesoro. Así lo fue para miles de personas que intentaron descifrar las pistas. Los que creyeron haberlo conseguido se adentraron en las Montañas Rocosas, que se extienden desde Nuevo México hasta Canadá. Algunos dejaron sus trabajos y gastaron sus ahorros para tratar de desenterrar el cofre. Otros, directamente, perdieron la vida. El cadáver de Jeff Murphy, un tipo que tenía 53 años, fue encontrado al fondo de un peñasco en junio de 2018.

Aquel hombre trataba de hallar el tesoro de Forrest Fenn, el señor Murphy era la cuarta víctima mortal que hubo durante la búsqueda. Sucedió a pesar de que mister Fenn ya había advertido de que él camino de los 90 años- si quisiera -todavía- podría ir caminando a recuperar el cofre.

El propósito de Forrest Fenn durante la década que duró la búsqueda consistía en que la gente se levantase de sus sofás. Esa era su idea. Cuando le preguntaban por los fiambres que dejó su juego añadía que cualquier lugar puede llegar a ser peligroso para quien quebrante las reglas de sentido común.

Contó Forrest Fenn en su día que encontró un pequeño y hermoso cofre y comenzó a llenarlo de monedas y pepitas de oro y alrededor de 280 rubíes. Metiendo también zafiros, esmeraldas, diamantes, pero principalmente oro. También decía que si lo encuentras en ningún caso su contenido te resultará decepcionante.

Si en estos tres minutos se habían planteado buscar ese tesoro, es mejor que no lo hagan porque ya ha sido encontrado. Un aventurero del este de los Estados Unidos lo ha desenterrado, desentrañando el enigma. Estaba bajo un dosel de estrellas en la exuberante vegetación boscosa de las Montañas Rocosas, estaba en el mismo lugar donde Forrest Fenn lo que escondió hace más de 10 años.