CON JAVIER CANCHO

#HistoriaD: El Virginius

Javier Cancho relata la historia de un vapor usado por Estados Unidos para abastecer de suministros a la insurrección cubana frente al gobierno español.

ondacero.es

Madrid | 07.02.2023 12:44

Desde los primeros años del siglo XIX, en Estados Unidos empezó a considerarse que la isla de Cuba debía ser una prolongación de su territorio. Hubo ofertas para comprar Cuba como las hubo por la península de Florida, vendida hace 200 años por Madrid a Washington. Vendida por cinco millones de dólares del XIX, que a día de hoy todavía no se han cobrado. Las ofertas por Cuba fueron rechazadas. Todas. Los estadounidenses tenían grandes capitales invertidos en la industria del azúcar cubano. Las Antillas tenían un enorme valor geoestratégico. Por eso tuvieron tanta relevancia en las relaciones hispano-estadounidenses hasta la Guerra del 98.

En 1873, el Virginius era un barco que formaba parte de expediciones lanzadas desde Estados Unidos para proporcionar armas y suministros a la insurrección cubana frente al reino de España.

El Virginius transportaba 300 fusiles Remington, 400 revólveres, 300.000 cartuchos, así como sables, machetes, provisiones, dinero, información y hasta caballos. Aunque, parte de todo ese material se tirara por la borda, incluidos los caballos, antes de que el buque filibustero fuera capturado por una goleta española. Hace 150 años, a bordo de aquel barco, iban 164 personas, entre las que había un centenar de guerrilleros independentistas cubanos. El resto, sobre todo, eran mercenarios estadounidenses e ingleses. El apresamiento se hizo a 6 millas de la costa jamaicana. Ya en Cuba, hubo juicio y condena.

En cuatro días, 53 miembros de la tripulación fueron fusilados, sin la autorización previa del gobierno de Madrid, presidido por Castelar.

Castelar, con mensajes de telégrafo, trató de evitar los fusilamientos. Le preocupaba mucho una posible guerra con los Estados Unidos. Pero, encontró resistencia en la capitanía general de Cuba. La situación se puso muy tensa.

La decadencia de un imperio decrépito se manifiesta en las debilidades de su política exterior. La política exterior española, acabándose el XIX, en tiempos de la Primera República, era más que frágil. Estados Unidos tenía la capacidad de poner a Europa contra España. No sólo peligraba lo que quedaba de las colonias también el comercio español de la época. El contencioso acabó claudicando, con un acuerdo firmado el 29 de noviembre de 1873. España se comprometía a devolver el Virginius, con los tripulantes supervivientes; pero, además Madrid debía pagar una indemnización por los anglosajones fusilados. Tiempo después, una comisión de investigación en Washington reconoció que el Virginius no tenía derecho a enarbolar la bandera estadounidense puesto que era propiedad de la insurrección cubana. Estados Unidos admitía que España había apresado correctamente el buque.