CON JAVIER CANCHO

Historia de Aleister Crowley, la Gran Bestia

Aleister Crowley fue a quien se le ocurrió que Winston Churchill usara el signo de la victoria, el gesto de la V con los dedos, como emblema contra los nazis.

Javier Cancho

Madrid | 03.03.2020 11:13

Estamos escuchando la voz de Winston Churchill dirigiéndose por radio al mundo en el día de la victoria de la Segunda Guerra Mundial. Un tipo llamado Aleister Crowley fue quien hizo llegar a los jerarcas del servicio secreto británico la oportunidad de usar la V de la victoria como gesto popularizable, como escenografía política frente a la esvástica. Una idea que aceptó y adoptó el mismísimo Winston Churchill.

En la Quinta Sinfonía de Beethoven resuena lo enigmático y lo simbólico. La Sinfonía n°5 en Do menor también llamada la Sinfonía del Destino. Ese nombre se le debe al secretario de Beethoven. El secretario Anton Schindler le preguntó al compositor por las cuatro contundentes notas de inicio de la Quinta Sinfonía, y Beethoven respondió: "Así es como llama el destino a la puerta". Y sucedió que en la 2ª Guerra Mundial, la BBC iniciaba las transmisiones por radio a los aliados con la Quinta de Beethoven, para transmitir la V de la victoria. V que en morse se escribe tal y como comienza la quinta sinfonía.

Es curioso que alguien como Aleister Crowley fuera el inspirador del globalizado valor simbólico que tiene el signo de la victoria mostrado con los dedos. Pero, la pregunta es quién fue Aleister Crowley.

¿Recuerdan la portada del álbum del Sargent Pepper’s, de los Beatles? En ese collage aparecen un montón de rostros célebres y resulta que ahí también está la cara del gran caradura que fue Aleister Crowley. Se dice que John Lennon se empeñó en poner el careto de Crowley. Años después, Lennon fue asesinado en la puerta del mismo inmueble de Manhattan en el que, décadas antes, Crowley había tenido su apartamento.

A Crowley le agradaba que le llamaran la Gran Bestia. Sus detractores le consideraron la persona más malvada del mundo. Crowley fue probablemente un ególatra, con alma de embaucador y un tipo que llegó a sentirse libre como pocos lo hayan sido. Se consideraba a sí mismo poeta, ensayista, pintor, escalador, filósofo o espía. Otros le catalogaron como el precursor del satanismo moderno; aunque, él hubiera despreciado a los admiradores de Satán.

Crowley fue un hedonista convencido. Haz tu voluntad, esa es una de las premisas de ‘El libro de la ley’. Un libro prohibido en muchos lugares, durante mucho tiempo, venerado y odiado. Lo escribió en El Cairo. Crowley solía decir que lo escribió por dictado divino después de haber pasado una noche en la Cámara del rey de la Gran Pirámide, en El Cairo. Sostenía que fue una revelación susurrada por un diosdemonio. Su mensaje está embadurnado de invocaciones ocultistas.

Pero, con una personalísima reivindicación del ser humano. Crowley inspiró la organización de cultos secretos en los que participaron o participan personas poderosas escondidas en el privilegio de la privacidad. Crowley fue el gran inspirador de las orgías.

Esta es la voz de Crowley recitando. Crowley el amigo del gran poeta Fernando Pessoa. Crowley el referente espiritual de los Led Zeppelin.

Esta canción fue escrita en honor a Crowley. Jimmy Page, el líder de la banda se compró Boleskine House, la casa de Crowley frente al lago Ness donde Crowley se vestía de monstruo para entregarse a la lujuria subiendo una escalera hasta el cielo.