Testimonio de oyentes

Quiénes somos | Santiago, médico de urgencias: "No me atrevía a darle un abrazo a mis hijos"

En Más de uno queremos saber más sobre aquellas personas que conectáis con nosotros cada día para informaros y entreteneros. Hablamos con Santiago, un médico de urgencias de Alicante que nos cuenta cómo está viviendo la pandemia.

ondacero.es

Madrid | 09.03.2021 09:52

En Más de Uno queremos conocer cómo están viviendo la crisis sanitaria y económica derivada de la pandemia del coronavirus las personas que conectáis a diario con nosotros para informaros y entreteneros. En el programa de hoy hablamos con Santiago Dieguez, médico de urgencias, para conocer su historia.

Santiago, de 42 años, es médico de urgencias de un hospital de Alicante. Es urgenciólogo de vocación, por lo que lleva estando en la primera trinchera contra el coronavirus durante toda la pandemia. Asegura que ha sido un año terriblemente difícil, tanto en el hospital como en casa, ya que ha pasado mucho tiempo sin poder abrazar a sus hijos pequeños, aunque ahora, gracias a la vacuna empieza a ver un poquito de luz.

El doctor explica que desde la primera guardia de MIR que hizo supo que ser urgenciólogo era su destino y reconoce que aunque es un trabajo duro "nunca antes había vivido esta situación" en la que nos encontramos con la pandemia. Recuerda que desde la manifestación del 8 de marzo del 2020 se mantuvo alerta, ya que recibió un mensaje de voz de un amigo suyo que es médico en Italia y tanto él como su mujer, también doctora, llamaron a sus padres para pedirles que se quedasen en casa.

Además, Santiago comenta cómo ha cambiado su vida en el trabajo, antes utilizaba un único fonendo, mientras que ahora tiene "un manojo" que van desinfectando a fondo con cada paciente. Pero sin duda, el papel que han pasado a desempeñar los médicos desde el inicio del coronavirus es que "ejercen también de familiar", para que no estén solos.

Por otro lado, el doctor Dieguez lamenta también cómo han cambiado las cosas en casa, "no me atrevía a darle un abrazo a mis hijos por mucho que me pusiera un EPI" y eso era algo que sus pequeños no entendían, declara.