En la jornada de ayer, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se reunió con sus homólogos europeos para conseguir la oficialidad del catalán en la Unión Europea, dando prioridad a esta lengua por delante que el euskera o el gallego.
Desde el ministerio argumentan priorizar el catalán porque sus representantes "han solicitado con más insistencia" esta modificación y "es hablado por más de 10 millones de personas". Esto ha generado un gran malestar por parte de vascos y gallegos, que se niegan a que el Gobierno les de un trato de segunda categoría.
Se debe a una urgencia política del PSOE
El portavoz del Gobierno vasco y consejero de Cultura y Política Lingüística, Bingen Zupiria, critica que una cuestión relacionada con la identidad europea se aborde para "cumplir con unos intereses políticosconcretos", como es el apoyo de Puigdemont a la investidura de Sánchez.
"Me quedo con la parte positiva, que es que la UE no ha cerrado las puertas a la oficialidad del euskera, el gallego y el catalán", dice al respecto del proceso de reflexión.
Con respecto a las declaraciones del ministro Albares, considera que esto "tiene más que ver con una urgencia política del PSOE que con otras consideraciones".
El número de hablantes de una lengua no debería ser un criterio
Zupiria recuerda que la Unión Europea empezó con cuatro lenguas oficiales y ahora tiene 24 lenguas oficiales, de un total de 27 estados. Además, se asume que el proceso de ampliación europea supondrá la entrada de más lenguas.
En definitiva, opina que "el número de los hablantes de una lengua es un mal camino para reflexionar sobre esta cuestión porque haría que la mayor parte de las lenguas del mundo desaparecieran antes de tiempo".
Asumir la pluralidad lingüística de España
Por último, como portavoz del Gobierno Vasco, Zupiria agradecería que el Gobierno de España, sea del partido que sea, "asuma con naturalidad la pluralidad lingüística que existe en el estado español", dice haciendo referencia al artículo 3 de la Constitución, que pide amparo y respeto a todas las lenguas territoriales.