A los ocho años, Nadia Ghulam quedó atrapada bajo los escombros después de que bombardearan su casa. La joven pasó dos años entre hospitales y campos de refugiados, hasta que finalmente decidió hacerse pasar por un hombre y hacerse llamar como su hermano fallecido Zelmai para poder trabajar y estudiar hasta los 21 años. "He conseguido mi libertad y mis sueños", declara.
Ghulam solicita a los países europeos que dejen de fabricar armas y protesta por el silencio de los medios, "seguimos en guerra, cada día muere gente, pero cuando no pasan de 200 muertos no se habla de Afganistán", recalca. Además. asegura que lo que necesitan es educación, psicólogos y trabajadores sociales para poder reconstruir la tierra.
Por otro lado, afirma que las personas están siendo manipuladas y que la mayoría de los radicales desconocen los principios básicos de la religión islámica.