ENTREVISTA CON CARLOS ALSINA

Un juguete y una ventana: las claves de la detención del pederasta de Sitges

Javier Izquierdo, inspector de la Policía Nacional, detalla en 'Más de uno' en qué consistió la investigación policial para identificar y detener al pederasta de Sitges acusado de agredir sexualmente a seis menores.

ondacero.es

Madrid | 24.01.2023 11:05

Agentes de la policía nacional en una foto de archivo | Foto: Gonzalo Arroyo Moreno/Getty Images

La Policía Nacional comunicó ayer que el pasado 11 de enero detuvieron en Sitges, Barcelona, a un hombre acusado de agredir sexualmente a, al menos, seis menores de entre 3 y 10 años. Desde 2016 grababa estas agresiones, en las que ocultaba su rostro, y las publicaba en la ‘dark web’, la cual ha sido la clave para su detención.

Un juguete fabricado en España

En este tipo de delitos, la colaboración policial internacional es clave para resolver los casos. El día 5 de enero la Policía Nacional recibió noticias de la policía de Queensland, en Australia, que había encontrado en la 'dark web' imágenes que podían estar en castellano.

Por lo general, este tipo de imágenes están producidas desde países de Sudamérica. La sorpresa, en este caso, fue cuando los agentes especializados analizaron las imágenes y, al limpiar el audio, detectaron que de fondo se escuchaba una película traducida al español hablado en España.

Además, en las imágenes aparecía un juguete con forma de coche de policía donde se podía leer: Policía Municipal. A partir de ahí, se realizó una investigación en fuentes abiertas y se comprobó que ese juguete se fabricaba y distribuía en España.

"Ya teníamos la primera pista que indicaba que esas imágenes, desgraciadamente, se habían distribuido desde el territorio nacional", explica en 'Más de uno' Javier Izquierdo, inspector de la Policía Nacional que ha participado en la detención de este pederasta.

¿Cómo se llega hasta el detenido?

A continuación, comenzó la investigación de forma urgente, "ante el inminente riesgo en el que se podrían encontrar los menores que aparecían en las imágenes". En primer lugar, la policía recopiló toda la información posiblee de la 'dark web', algo muy complejo por el anonimato que ofrece a los delincuentes.

Los datos obtenidos, unidos a los de fuentes de inteligencia policial internacionales, seleccionaron una serie de candidatos que podrían ser los autores de los hechos. Para descartar a sospechosos, analizaron todo su entorno, domicilios y todo tipo de información.

La policía ubicó la vivienda a través de Google maps

Gracias a un fotograma de una de las imágenes, se observaba ligeramente el paisaje a través de una de las ventanas. Era algo "muy difuso", pero realizando una búsqueda en street view, de Google maps, la policía consiguió ubicar "sin ningún género de duda" la calle donde estaba el paisaje que se observaba a través de esa ventana.

No sólo eso, sino que además, "pudimos saber desde qué ventana en concreto se había realizado", pues era una ventana con una forma peculiar y "coincidía hasta la cortina que se puede ver desde Google", dice el inspector Izquierdo.

Una vez que la policía tuvo ubicado el lugar de los hechos donde se realizó esa grabación, la unidad central de ciberdelincuencia ubicada en Madrid contactó de forma urgente al partido judicial de Vilanova i la Geltrú. Allí, se judicializó el asunto a través del juzgado de guardia y se solicitó una entrada y registro en el domicilio de ese individuo.

¿Cómo actuaba el pederasta?

El pederasta realizaba imágenes a niños de su entorno cercano con los que tenía cierta relación, de su entorno cercano. Lo primero que hacía era ganarse la confianza de los padres de los menores y, bien por amistad o por buena relación, conseguía convivir con estas familias e introducirse en las viviendas.

Luego, hacía de cuidador de los niños y se ganaba su confianza hasta que conseguía sus momentos de intimidad donde no había ningún otro adulto presente, "para agredirles sexualmente y grabarlo".

Serias consecuencias psicológicas en los agentes especializados

Javier Izquierdo pertenece a la sección de protección al menor de la unidad central de ciberdelincuencia, espcialistas en esta materia que, por desgracia, conlleva importantes consecuencias psicológicas al trabajar con este tipo de contenidos.

Su trabajo "es muy reconfortante por este tipo de investigaciones", donde finalmente se acaba deteniendo a este tipo de delincuentes sexuales, pero, efectivamente, la visualización de las estas imágenes no es sencillo. A pesar de ello, Javier Izquierdo asegura que "es parte de nuestro trabajo y conlleva eso nuestra profesionalidad".