La vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, ha logrado los apoyos necesarios para ser la nueva presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), lo que pone fin al proceso político informal y permitirá pasar al procedimiento formal del BEI.
Con este nombramiento, Calviño será la primera mujer presidenta del BEI desde su fundación en 1958 y la primera española, algo que le llena de "gran orgullo" y confirma el "respeto y liderazgo" que España se ha labrado en los últimos años.
Su designación obligará a una remodelación del Gobierno recién formado y, según se espera, abandonará el gobierno de España a finales de diciembre. De momento -y "hasta el último día"- sigue trabajando como ministra económica.
Deja un balance "muy positivo" en la economía española
Después de estos años al frente de la cartera económica, Calviño considera que deja "un balance muy positivo: salvar a la economía durante la pandemia, la fuerte recuperación económica que hemos tenido, el mercado de trabajo sigue bien, la inflación está bajo control, las perspectivas de trabajo son positivas...", enumera en 'Más de uno'.
Por todo ello, se marcha con "la sensación de orgullo por el trabajo bien hecho", pues la de España es "una economía que goza de buena salud incluso en un contexto internacional tan complejo".
Calviño preocupada por la ola de odio en política
Nadia Calviño se muestra "bastante preocupada" después de ver las declaraciones de Abascal con Milei en Argentina hablando de colgar por los pies al presidente del Gobierno o a líderes del PP "contribuyendo a esa actitud de odio". En su opinión, "los que tenemos responsabilidades públicas tenemos que contribuir a la convivencia y al respecto" y evitar calentar los ánimos. "Veo mucha irresponsabilidad tanto en Vox como en el PP", considera.
Veo mucha irresponsabilidad tanto en Vox como en el PP
Así, ante el contexto actual, asegura que desde el PSOE nunca se ha animado a agredir a los demás, ni insultar o faltar el respeto a otras personas, "yo no lo veo", dice. Sin embargo, en estas últimas semanas que precedieron a la investidura de Sánchez "hubo un calentamiento y una animación" a que hubiera "situaciones de tensión" en las calles durante las manifestaciones en Ferraz contra la amnistía y el gobierno.
Calviño defiende el diálogo y estar "por encima de lo que le pide el cuerpo"
Al ser preguntada por lo beneficiosa que es la impunidad de Carles Puigdemont para el resto de los españoles -como defiende la tesis oficial del Gobierno-, la ministra de Economía admite que se trata de un tema sobre el que ha reflexionado mucho y donde se ve claramente que "lo que a uno le pide el cuerpo a lo mejor no se corresponde con lo que es mejor para el país".
Con todo ello, defiende que en estos últimos cinco años y medio se ha conseguido mejorar la convivencia en Cataluña y tiene claro que "el diálogo es el camino que hay que seguir".
Cuando uno tiene responsabilidades de gobierno tiene que estar por encima de lo que le pide el cuerpo
A título personal, Calviño insiste en que no va a permitir que una persona dañe las perspectivas de España: "no voy a dejar que una persona u otra dañe las perspectivas de nuestro país o una política que es la que España necesita". Así, asegura que "cuando uno toma decisiones y tiene responsabilidades de gobierno tiene que estar por encima de lo que le pide el cuerpo", pues debe tomar decisiones incómodas por el bien superior del país.
Ante la insistencia de Alsina para que aclare si ella preferiría que Puigdemont fuese juzgado y pagase por lo que hizo, Calviño prefiere no "seguir elaborando" porque considera que "se entiende muy bien lo que digo".
La ministra de Economía considera que "hay un sentimiento compartido por parte de la inmensa mayoría de la población española, pero también mi cabeza me dice que este es el camino correcto", finaliza.