ENTREVISTA CON CARLOS ALSINA

Borja González de Escalada: "La masificación de buenas intenciones debe ser coordinada y organizada"

El vicepresidente de la Fundación SAMU, Borja González de Escalada, que trabaja en las fronteras de Rumanía y Moldavia ofreciendo atención sanitaria a los refugiados, insiste en la importancia de coordinar y organizar la ayuda para que llegue de forma adecuada.

ondacero.es

Madrid | 16.03.2022 10:02 (Publicado 16.03.2022 09:37)

Después de más de 20 días de guerra en Ucrania, ya son más de 3 millones las personas que han tenido que huir de la guerra buscando refugio en otros países vecinos. En las fronteras de Ucrania con Rumanía y Moldavia, dos equipos de la Fundación SAMU, prestan atención médica a los refugiados que llegan hasta allí.

SAMU: Atención sanitaria a los refugiados

Desde Moldavia, Borja González de Escalada, vicepresidente de SAMU, explica en qué consiste su labor de ayuda sanitaria básica a los ucranianos. "No tratamos a los heridos de guerra, sino a los desplazados en aquellas patologías causadas por el frío, la mala alimentación o la falta de sueño", dice.

En ese país vecino se han habilitado diversos pabellones, albergues y hostales donde se les proporciona alojamiento a los refugiados. El equipo de SAMU se encarga de recorrer estas instalaciones para realizar consultas médicas a quienes lo necesiten.

Importancia de coordinar la ayuda que llega

En las crisis humanitarias como la que se está viviendo ahora en Ucrania es muy relavante la profesionalización de la ayuda y la experiencia previa de quienes ya han trabajado en conflictos similares. Al hilo de esto, Borja insiste en que es importante que la "masificación de buenas intenciones deben ser coordinadas y organizadas" para que la ayuda se distribuya y llegue de forma adecuada a quienes la necesitan.

Esperamos a tener autorización para trabajar por parte del Gobierno porque no puedes llegar y ponerte por tu cuenta

Antes de trabajar en un determinado país, la fundación SAMU informa debidamente a la embajada y a las autoridades correspondientes. Así, "esperamos a tener autorización para trabajar por parte del Gobierno porque no puedes llegar y ponerte por tu cuenta, hay mucha gente que lo hace, pero no es la forma de hacerlo", sostiene Borja, jefe de la misión de SAMU en Moldavia.

Equipos de cuatro personas en las fronteras de Moldavia y Rumanía

Uno de los problemas a los que se enfrentan los voluntarios que acuden a estas zonas fronterizas es la duración de su estancia. En SAMU están trabajando sanitarios y alumnos enfermeros del máster de ayuda humanitaria que imparte la escuela de la fundación.

Actualmente, hay un equipo de cuatro personas trabajando en cada frontera de Moldavia y Rumanía, pero con la previsión de que el conflicto se alargue, "iremos sustituendo el equipo por uno de refresco que venga con mayor energía y ánimo", informa Borja.