A pocos días de que finalice el período de transición que se dieron Londres y Bruselas en su pacto de salida del Reino Unido de la Unión Europea, el primer ministro británico, Boris Johnson, defiende que no hicieron el Brexit para recuperar soberanía y ahora dejar a los veintisiete pescar en sus aguas, Úrsula von der Leyen defiende que si el Reino Unido no puede aspirar a seguir en el mercado común como un socio más sin regirse por sus normas y sin permitir faenar en sus aguas.
Como lo que ocurra afectará al sector pesquero español porque se teme que los países que sí lo hacen como Suecia o Noruega se vean obligados a hacerlos donde pescan ahora nuestras cofradías, Carlos Alsina entrevista en Más de uno a la ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España, Arancha González Laya, que tal y como aseguró en la televisión británica que no hay que impedir que faenen barcos europeos con la excusa de la independencia sino ser capaz de gestionarlo con soberanía.
Explica que tanto Borish Johnson como la Unión Europea están negociando "de buena fe", porque una salida sin acuerdo sería muy costosa, aunque más para Reino Unido que para los países comunitarios. Aún así, sostiene que "Reino Unido está tratando de reafirmar su soberanía" y "esto choca con el objetivo de un acuerdo comercial, es gestionar la interdependencia".
Además, destaca que se trata de una situación única en la que se está deshaciendo una relación ya existente para crear otra nueva y lo compara con un divorcio. "Es el momento de tener la cabeza fría y de pensar en nuestros intereses", algo que pasa por un acuerdo, dice.
Asimismo, recuerda que están trabajando en un acuerdo para que afecte en la menor manera posible, por ejemplo, al transporte, al turismo o entrada de vehículos en el mercado europeo, que van a pasar a pagar un 10% de aranceles. "Las consecuencias son muy serias", alega, por lo que adelanta que hay que establecer "qué tipo de relación queremos a futuro".
Gibraltar
Por otro lado, la ministra confirma que de no producirse el acuerdo, a partir del día 1 de enero, "la frontera externa de la Unión Europea estará en Gibraltar", por lo que se tendrán que comenzar a hacer los controles propios para el control de la mercancía y de personas. Mientras que por el contrario, si se llega a un consenso, "se sentirá menos entre la población".
Sáhara Occidental
González Laya también comenta que no les ha pillado por sorpresa la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de atribuir la soberanía del Sáhara Occidental a Marruecos, evita especular sobre si la nueva administración rectificará y recalca que "no cabe el unilateralismo para gestionar las relaciones internacionales".
Además, señala que Naciones Unidas tiene que nombrar un enviado especial al Sáhara Occidental para que interceda y se busque un consenso.
En cuanto al aplazamiento de la reunión de alto nivel del presidente Sánchez con Marruecos en Rabat, la ministra desvincula cualquier polémica, ya que ha sido algo consensuado entre los dos países a causa del coronavirus.
Venezuela
Sobre Venezuela, insiste en que lo que importa es cuál es la posición del gobierno español, diga lo que diga el expresidente Zapatero, aunque a veces se tergiverse. Postura que, según afirma, es unánime de la UE, "todos los estados miembro decidimos no reconocer el resultado de las elecciones porque las condiciones en las que habían tenido lugar no respondían a unos criterios democráticos" y cuenta que también han dado tiempo hasta el cinco de enero para decidir el reconocimiento que le van a dar a la Asamblea nacional.
También aboga porque haya una colaboración entre el régimen y la oposición para la ayuda humanitaria.
