En tiempos de internet y nuevas tecnologías, estos escribanos dan continuidad a una tradición de más de 200 años dando voz y expresando los sentimientos y voluntades de sus clientes. Raúl Tenorio es uno de los más veteranos, lleva 45 de los 65 años que tiene trabajando en esta plaza, exactamente en el mismo lugar que ocuparon su padre y su abuelo antes que él.
Como Raúl hay otros 50 trabajando en esta plaza aunque según reconoce tan veteranos como él apenas quedan 2. Solo en la capital mexicana hay registrados más de 100.000 analfabetos, quizá este dato sea un motivo más para creer que los escribidores seguirán tecleando en sus máquinas de escribir durante muchos años más.