Para los vecinos es 'Zanabad', la ciudad de las mujeres. Anisa ha tomado el testigo de su madre en este lugar, que al quedarse viuda no encontraba una casa de alquiler acorde con sus escasos ingresos por lavar la ropa de los demás. Un puesto militar vigila la colina, ya que los talibán no se encuentran lejos. Por la noche, muchas construyen a escondidas sus hogares pese al control policial.
Ellas con sus manos construyen con adobe las pequeñas habitaciones luchando contra la policía que les pide dinero a cambio de no destruirlas. Pero esta comunidad femenina es excepcional en Afganistán, donde las mujeres son propiedad del padre, y más tarde del marido. Muchas de los dos millones y medio que la ONU estima quedan expuesta a la violencia, la expulsión, el destierro y a veces a una boda forzada con un cuñado. El Gobierno solo puede proporcionar 100 dólares al mes a unas 100.000 viudas que hay en Afganistán, pero ninguna de ellas es viuda talibán.