"Empecé moviendo la silla, los sofás, saltando encima de ellos", cuenta Laila, "y mi padre pensó: necesita algo más".Publicó el vídeo en las redes, y obtuvo 700,000 reproducciones. Y decidió construir uno más grande, en el patio trasero
Laila entrena gracias a materiales como palés, cuerdas o trozos de madera en los que su padre trabajó durante 4 meses. Hay una tirolina, columpios, una barra de madera para hacer equilibrios y paredes y cuerdas para escalar. La pequeña recorre el circuito animada por la audiencia que componen sus peluches favoritos mientras su padre narra la hazaña.
Cada vez que cuelga un nuevo vídeo en su canal, recibe miles de comentarios. Ahora quiere preparar un circuito más profesional. Ya ha conseguido parte de la financiación a través de donaciones, y mientras, sigue entrenando.
"Cuál fue la parte más difícil?", le pregunta a Laila su padre en uno de los últimos vídeos que ha grabado, "ninguna" responde la niña. Su padre está convencido de que triunfará en el programa estadounidense, y por eso ha montado en el circuito hasta el botón de la victoria.