HISTORIA DE BEATRIZ RAMOS

Lee Duck-hee, el joven coreano al que la sordera no le impide ser un prodigio del tenis

Lee Duck-hee tiene 18 años, sus padres no supieron que era sordo hasta que tuvo dos. Entonces decidieron no quedarse de brazos cruzados. Todas las mañanas iba a una escuela especial pero por las tardes acudía a otra con estudiantes sin ninguna discapacidad. La idea era que se adaptara a una vida normal y que fuera independiente. A Lee siempre le había gustado el deporte pero se especializó después de ver a uno de sus primos jugar al tenis.

Beatriz Ramos Puente

Madrid | 07.12.2016 06:56

La primera vez que jugó, dice, pensó que era muy duro, y no quiso seguir, pero a base de mucho entrenamiento y esfuerzo, y pese a las dudas de gran parte del mundo deportivo, se hizo un hueco en Corea del Sur. En esta disciplina muchos creen que es fundamental escuchar la pelota, él compensa su desventaja con una gran agudeza visual e intuición. La anticipación es su punto fuerte.

Siento que tengo ventaja con respecto a los demás jugadores porque tengo más capacidad de concentración, dice Lee. De hecho la única desventaja que considera importante es su "metro setenta y cinco" de estatura. Y aspira a llegar a lo más alto

De momento es el mejor jugador adolescente de tenis en Corea del Sur, el número 143 del mundo y tiene la segunda mejor clasificación dentro de los profesionales menores de 19 años.