Con una población de 32.000 habitantes, han creado 1.200 “bicimáquinas" para dar autonomía a los vecinos. Trabajan en un taller en el que arreglan las bicicletas abandonadas o donadas por otros países, para venderlas o transformarlas en licuadoras o incluso lavadoras. Mario Juárez está al frente de la iniciativa.
Se venden a 100 dólares pero la mayoría están subvencionadas, si alguien no puede pagarla, puede adquirirla y hacerlo cuando empiece a obtener ganancias. La iniciativa se ha llevado a Argentina, México o Perú.