La entrañable historia de cómo un gato callejero le cambió la vida a James, un vagabundo británico
James era un niño feliz hasta que sus padres se separaron y se tuvo que trasladar de Reino Unido a Australia para vivir con su madre. Los continuos cambios de colegio tampoco se lo pusieron fácil. En cuanto terminó de estudiar volvió Londres, donde vivió con su hermana hasta que le echó de casa. Después de unas semanas en sofás de amigos, se encontró durmiendo en la calle, donde empezó a consumir drogas hasta convertirse en adicto a la heroína. Así pasó 3 años.
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Madrid |
"Nadie te mira a los ojos, a nadie le importa lo que digas…Hay gente que cree que vivir en la calle es una opción, pero no lo es", cuenta James al programa 'This morning'. Después de esos años tocó fondo, lo poco que ganaba con su guitarra lo utilizaba para consumir, y pensó que se merecía una segunda oportunidad. Entró en un programa de rehabilitación. Se trasladó a un piso y un día se encontró con Bob.
"Él me dio el apoyo y el amor que necesitaba…Él me necesitaba a mí, eso seguro, y yo entonces no lo sabía, pero yo necesitaba también su cariño de forma innegable". Los planes de James no pasaban por quedárselo e intentó dejarlo libre, pero Bob no quiso irse, le seguía a todas partes, incluso se subía al autobús con él, y entonces lo adoptó como socio. Se lo llevaba a tocar su guitarra a Covent Garden.
"Afortunadamente tuve una importante compañía para ayudarme en esta segunda oportunidad…" De hecho la sola presencia de Bob le hizo aumentar considerablemente sus ingresos como músico callejero. En sólo 3 horas llegó a recaudar lo que antes conseguía en una semana. Hasta que un día una agente literaria conoció su historia, y le propuso escribir un libro. 'A Street Cat named Bob', ha vendido 4 millones de ejemplares, está disponible en 18 idiomas, y se ha estrenado también como película.