HISTORIA DE BEATRIZ RAMOS PUENTE

Eli Oberman, un hombre atrapado en un cuerpo de mujer que lucha contra el cáncer de mama

A los 27 años, un diagnóstico de cáncer de mama es demoledor para cualquier persona. Pero para Eli Oberman supuso un mayor grado de ansiedad, ya que llevaba desde los 19 años tomando hormonas para ser un hombre.

Beatriz Ramos Puente

Madrid | 18.10.2016 06:55

Así que cuando llegó el diagnóstico se sintió abrumado. No sólo por lo que suponía asumir la enfermedad sino porque afectaba a una parte de su cuerpo ya cargada de significado por su situación. El cáncer fue un claro recordatorio de que aún era vulnerable a las enfermedades propias de su anatomía original. Y el mundo de la medicina no es agradable para los hombres y mujeres transgénero.

Dejó pasar seis u ocho meses antes de empezar con las exploraciones y la biopsia y pasó por situaciones en las que no siempre se encontró con el respecto de los profesionales sanitarios. Eli se convirtió en el único paciente masculino en salas de espera llenas de mujeres, y se sintió culpable ahora por tener que someterse a una doble masectomía cuando no se había operado estéticamente.

Los doctores le recomendaron que dejara el tratamiento hormonal que estaba siguiendo y lo hizo, pero al mes tuvo que retomarlo porque decía que se estaba volviendo loco. La quimio produjo un nuevo cambio en su aspecto físico y tuvo que volver a empezar a aceptarse de nuevo. Le hubiera gustado apuntarse a un grupo de apoyo a pacientes con cáncer de mama pero le daba miedo no ser aceptado.

Seis años después de pasar por esta dura experiencia, Eli está curado y confía en que no tendrá que volver a pasar por lo mismo. Vive en Brooklyn, tiene estudios de poesía y magisterio y toca el violín en una banda de rock llamada The Shondes.