Elena Merino nos describe a algunos asesinos que tenían perfil de seductores, pero quiere recalcar que ‘el crimen perfecto no existe, porque la clave está en que no se detecte como crimen; de los que vamos a hablar esta noche son imperfectos’. Una de ellas es Bell Gunness, del siglo XIX, de 130 kg y todos los dientes de oro. Explica que todos los asesinos que se pueden encontrar en este grupo eran personas ambiciosas y frustradas por su origen. Otro de los asesinos de los que habla Elena es Désiré Landru, ‘un malvado que despertaba verdaderas pasiones’.
Elena Merino: Asesinos seductores, que no perfectos
Elena Merino nos describe a algunos asesinos que tenían perfil de seductores, pero quiere recalcar que ‘el crimen perfecto no existe, porque la clave está en que no se detecte como crimen; de los que vamos a hablar esta noche son imperfectos’. Una de ellas es Bell Gunness, del siglo XIX, de 130 kg y todos los dientes de oro. Explica que todos los asesinos que se pueden encontrar en este grupo eran personas ambiciosas y frustradas por su origen. Otro de los asesinos de los que habla Elena es Désiré Landru, ‘un malvado que despertaba verdaderas pasiones’.