LA ROSA DE LOS VIENTOS

Cuéntame cómo pasó: El tesoro romano de Jávea contado por sus descubridores

El 23 de agosto dos buceadores aficionados descubrieron un tesoro romano en el fondo marino de Jávea. Pensaron que se trataba de una moneda de 10 céntimos, pero resultó ser uno de los mayores conjuntos de monedas romanas de oro hallados en España y en Europa.

ondacero.es

Madrid | 04.10.2021 17:30 (Publicado 04.10.2021 17:27)

Hace unos días dos buceadores aficionados descubrieron un tesoro romano en el fondo marino de Jávea. Pensaron que se trataba de una moneda de 10 céntimos, pero resultó ser uno de los mayores conjuntos de monedas romanas de oro hallados en España y en Europa.

El hallazgo del tesoro

Luis Lens y Carlos Jimeno son grandes aficionados al buceo, aunque carecen del material adecuado, motivo por el que lo practican en apnea. Cada verano sus familias pasan las vacaciones en Jávea, "el punto de encuentro y de disfrute del verano", según informaban apuntando que cada vez que salen a navegar, aprovechan para darse un baño con el objetivo de disfrutar del panorama submarino y de limpiar los residuos contaminantes. "Hay mucha vida, pero también mucha basura", lamentaba Lens.

La mañana del 23 de agosto despertó soleada. Luis Lens y su cuñado César Jimeno habían salido a navegar junto a su familia para, adentrados en las aguas, darse un baño en la bahía del Portixol. Parecía ser un día más de su veraneo en Jávea, pero nada de lo acontecido entonces sería rutinario.

Lens estaba buceando por esas aguas tan conocidas cuando, de pronto, un destello similar al del nácar de las conchas le deslumbró. Inicialmente no prestó atención y continuó su baño, pero antes de regresar a la embarcación, algo le impulsó a analizar más de cerca aquel brillo dorado.

"En el fondo del mar había un pequeño orificio por donde sobresalía una de las monedas; decidí cogerla y, justo cuando la estaba sacando vi que había otra detrás", ha explicado Lens apuntando que antes de poder cogerla subió a la superficie a tomar aire. Ya en la superficie, el buceador aficionado limpio la moneda que, según ha asegurado, se conservaba en unas condiciones óptimas. Fue entonces cuando observó un perfil romano esculpido sobre lo que parecía ser un metal.

"Pensé que alguien había perdido una pequeña joya moderna, pero cuando bajé de nuevo a por la segunda moneda y después comprobé que era exactamente igual a la primera, llamé a Cesar", ha proseguido.

Los dos buceadores continuaron con su particular búsqueda del tesoro para la que emplearon una navaja suiza que tenían guardada en el barco. Tras una dilatada y emocionante búsqueda encontraron hasta ocho monedas similares que decidieron guardar en un bote.

"Fue una situación súper extraña porque, aunque parecía que estábamos encontrando un tesoro, a la vez pensábamos que era imposible que en un lugar tan transitado hubiéramos sido nosotros quienes encontráramos el tesoro", comentaba César

Luis, por su parte, ha querido incidir en lo extraordinario del suceso: "Es un milagro casual porque realmente ese tesoro llevaba ahí 1.670 años y si no hubiera bajado a ver aquel destello, el tesoro podría seguir ahí".

Debate interno y reflexión

Al llegar a casa, los buceadores mostraron el tesoro al padre de César, "un amante de las antigüedades", y este, tras dudar sobre la veracidad de sus palabras y comprobar que, en efecto, no se trataba de una broma, les informó del valor de aquellas piezas. A partir de ahí comenzó la investigación y descubrieron que en su poder tenían sólidos romanos de entre los siglos IV y V.

Tras una meditada conversación en la que "hubo conversaciones de todo tipo", los buceadores aficionados decidieron hacer lo correcto. "Fuimos consciente de que aquello no era nuestro, sino que formaba parte del patrimonio, así que era nuestra responsabilidad dar parte a las autoridades como ejemplo para nuestros hijos y para la sociedad en general", explicaban.

Así pues, acudieron al Ayuntamiento de Jávea para comunicar el hallazgo al alcalde "y después cerramos el botín y nos lo llevamos a tomar unas cervezas", bromeaban arguyendo que todavía no eran realmente conscientes de la dimensión del hallazgo.

"Esa misma noche se puso en contacto con César Álex Perez, un arqueólogo submarino, para que le ayudáramos en la inmersión del día siguiente", han explicado.

La excavación

Al día siguiente acudieron de nuevo a la zona con el arqueólogo submarino y vieron que había muchas más monedas. Hasta cincuenta y tres fueron localizadas con los expertos de patrimonio y de la Universidad de Alicante, además de los GEAS de la Guardia Civil. Asimismo, se hallaron tres clavos que apuntan a la idea de que pudo existir un arcón, "un pequeño tesoro de monedas que alguien dejó caer ahí", según informaban.

Aunque lo cierto es que por el momento estos buceadores no han recibido ninguna recompensa material por su histórica contribución, ambos hombres se mostraban muy contentos por poder haber compartido este descubrimiento con el mundo.

"Hay momentos que recordaremos para toda nuestra vida porque fue la emoción que se vivió en eso momentos fue inmensa", han concluido.