No es la primera vez que intentan espiar al fundador de Amazon, pero esta vez la diferencia está en que la ONU ha decidido incluir este hackeo en la investigación que llevan a cabo sobre el cruel asesinato de Jamal Khashoggi.
El príncipe Mohamed Bin Salmán y Jeff Bezos se reunieron, se dieron los teléfonos... y después el príncipe saudí le envió un vídeo que resultó ser un virus. Y una vez logrado el hackeo, empezó el chantaje a Bezos. Pese a todo, el Washington Post no dudó nunca en seguir peleando por demostrar la implicación del príncipe en el asesinato del crítico periodista.