LA BRÚJULA

El monólogo de las ocho: "El PSC ha fagocitado al PSOE"

Rafa Latorre reflexiona en 'La Brújula' sobre la financiación catalana y las reacciones ante un acuerdo que ha sido criticado por expertos y políticos afines al PSOE

Rafa Latorre

Madrid |

Es curioso cómo el PSOE consiguió convivir hasta con lo más siniestro de su historia y conciliar y reinvindicar a la vez la memoria de dos personajes históricos absolutamente antitético e irreconciliables como Largo Caballero o Julián Besteiro. Digamos que a la hora de enorgullercerse siempre ha sabido orillar las contradicciones.

Bien, pues al PSOE ya le molesta hasta su presente. No ya el pasado reciente, sino la misma dirigencia de hoy, a la que pretende borrar de la historia de la formación. Hoy cuenta ABC que el PSC ha prescindido en un vídeo de homenaje por su aniversario de esa anécdota que fue Felipe González para el socialismo moderno.

Es verdad que el PSC no es el mismo partido que el PSOE, pero primero, si es un partido distinto pero asociado es porque Felipe González lo permitió, facilitando que la Federación Catalana del PSOE se fundiera con otros dos grupos de izquierda. Y segundo porque lo que ya empieza a resultar dudoso es que PSOE y PSC sean todavía partidos distintos… pero no porque el PSOE haya asimilado al fin al PSC, sino al revés, porque el PSC haya fagocitado al PSOE.

La financiación catalana es un pacto de partidos, del PSOE con Esquerra, con el único interés de que fuera investido Salvador Illa, y que enajena a todo el resto de federaciones del PSOE porque atenta directamente contra el interés, político y material, de extremeños, andaluces, valencianos, murcianos o manchegos.

El pacto tiene además otro efecto, un buen número de dirigentes del PSOE han pasado a formar parte de un capítulo incómodo de la historia, tanto que ya se les puede considerar anacrónicos u obsoletos, por la razón sencilla de que todavía defienden antiguallas como la redistribución de la riqueza o la trama solidaria que es una nación.

Cada vez son más. Miren lo que le ha dicho a La Nueva España, el expresidente asturiano Javier Fernández: "No me parece aceptable que el Gobierno de España negocie con la Generalitat un pacto de financiación suscrito por dos partidos catalanes, que tiene como objetivo la plena soberanía fiscal de Cataluña".

Y añade: "No es financieramente posible, porque el Estado vería menguar sus recursos hasta niveles incompatibles con la autonomía financiera de la Hacienda central y, por tanto, con la actual estructura política de España".

Hombre a falta de que Adrián Barbón tenga la gallardía de defender con su propia voz y no a través de un consejero a los asturianos, bien está que lo haga un expresidente del Principado como Javier Fernández. Seguramente es más embarazosa para la actual dirección el caso de Josep Borrell.

Borrell no está a favor de la financiación catalana

En Cuacos de Yuste, un lugar muy apropiado, hoy Josep Borrell ha asegurado que no está a favor de la financiación singular que se ha negociado para Cataluña , que supone un modelo de concierto que favorece a las comunidades más ricas.

Ayer hablábamos en la Brújula de la Economía con el inspector fiscal Francisco de la Torre, que ha escrito junto a Jesús Fernández Villaverde un libro muy oportuno titulado ‘La Factura del cupo catalán’.

Es un libro que en cierta manera, digamos por su espíritu, recuerda a uno que hace años escribió Josep Borrell y que fue muy clarificador. Se titulaba ‘Las cuentas y los cuentos de la independencia de Cataluña’. Como los cuentos que acompañan al cupo catalán son muy similares, en cierta forma variaciones sobre un mismo tema, que los de la independencia, Borrell vuelve a echar cuentas.

Uno más para los resentidos.

Opacidad en los términos del acuerdo financiero

Cuando al Gobierno le oponen argumentos tan razonables como los que acaban de escuchar por parte de personas tan poco sospechosas como Javier Fernández o Josep Borrell, suele oponer un argumento muy pobre. Que es que no conocen los términos del acuerdo suscrito con Esquerra y oficializado el otro día con la Generalitat.

El argumento no sólo es pobre, es autoinculpatorio, porque si no se conocen los términos es precisamente porque se trata de un acuerdo opaco. De una opacidad denunciable. Lo que se sabe es que será un concierto, porque si grazna como un pato y anda como un pato seguramente es un pato y si Cataluña va a recaudar como si tuvieran un concierto, a gestionar como si tuviera un concierto y a negociar con el gobierno central una misteriosa cuota de solidaridad como si tuviera un concierto, es que lo que va a tener es un concierto fiscal.

Protestas de inspectores de hacienda contra Montero

La Asociación de Inspectores de Hacienda del Estado denuncia la falta de información ante lo que consideran un paso más "hacia el fraccionamiento de la Agencia Tributaria insiste en que el documento presentado el pasado lunes "tiene una redacción muy confusa que da lugar a la ambigüedad". Y ante la ausencia de explicaciones por parte de María Jesús Montero, piden por primera vez (y de forma inmediata) la dimisión de la Ministra de Hacienda.

Pero no crean que los independentistas se van dar por satisfechos con promesas, porque además tienen la capacidad para coaccionar al Gobierno. Es que se ha extendido además la especie de que Sánchez les ha vuelto a engañar para que rubricasen un acuerdo vacío de contenido.

No es cierto, el compromiso de que Cataluña creará la estructura para poder asumir la recaudación y la gestión de todos los impuestos es un hecho. Y Oriol Junqueras ya advierte de que o se cumple el pacto con Esquerra o Sánchez puede ir olvidándose los Presupuestos, no solo nacionales, sino también en Cataluña. O sea, que sería la ruptura del pacto de Gobierno

Por cierto, que el agravio de las comunidades Pedro Sánchez las pretende conjurar con más dinero. ¿Con qué dinero? La AIReF avisa que el Gobierno debería gastar 5.600 millones de euros menos este año y le afea el "retraso" con los Presupuestos de 2026. Si se tiene en cuenta a las comunidades autónomas, el gasto debería reducirse en 11.000 millones en 2025 para cumplir la regla de gasto nacional, aunque no sea necesario para cumplir con la UE.

Rafa Latorre: "El PSC ha fagocitado al PSOE"