Este jueves el Congreso ha aprobado el proyecto de ley orgánica de protección a la infancia y a la adolescencia frente a la violencia, que avanza en la protección de derechos de los menores (ley Rhodes).
Entre los aspectos más destacados se encuentran la ampliación del plazo para iniciar la prescripción de los delitos de abusos hasta que la víctima cumpla 35 años, la eliminación del Síndrome de Alienación Parental (SAP), la obligación de utilizar la prueba preconstituida hasta los 14 años, y la obligación de todos los ciudadanos de denunciar cualquier indicio de violencia a la infancia.
"No es una ley solo, va más allá. Lo primero que hace esa ley es dar más voz a los niños a ser escuchados. Luego también entra en temas como adopciones y situación de desamparo. Es una ley que aporte muchas más garantías que la anterior", añade Sergio Sol.
Chapu asegura que es "esperanzador que se hayan puesto de acuerdo tantos partidos políticos tan distintos, que el último resquicio del consenso sea el niño".
La ética en los avances científicos
La capacidad de cultivar células de una especie dentro de un organismo de otra diferente ofrece a los científicos una poderosa herramienta para la investigación y la medicina, y ahora un equipo liderado por el español Juan Carlos Izpisúa ha logrado generar "embriones quimera" humano-mono. Su intención únicamente es obtener material para poder realizar trasplantes. Cada año mueren decenas de miles de pacientes en listas de espera por un órgano y se trataría de iniciar biológicamente una especie de construcción natural de órganos para personas que tuvieran necesidad.
Por otra parte, por primera vez se ha conseguido extraer y analizar el ADN nuclear de individuos conservado en sedimentos de cuevas, una técnica que puede transformar el estudio de yacimientos paleontológicos que han desarrollado los investigaciones de Atapuerca.
¿Hasta dónde llegan los límites éticos de la ciencia? ¿Hacia dónde derivamos?, pregunta Marhuenda, que resalta que él tiene todas las dudas éticas y rechazo personal. “Tendrán que ser las autoridades que establezcan el límite que se permite”.
Por su parte, Javier Caraballo añade que estos avances son imparables. “Podemos tener dudas éticas pero cualquier debate es paralelo. Esto no se va a detener cuando se trata de crear órganos para curar enfermedades, nadie lo discutirá.