EN LA BRÚJULA

El monólogo de las ocho: "Sumar no es ni un partido, ni una coalición, es una soberana melopea"

Rafa Latorre reflexiona en su monólogo sobre el comunicado de Podemos de concurrir junto a sumar el 23J, la reacción de Pablo Iglesias y las listas del PSOE.

Rafa Latorre

Madrid | 09.06.2023 20:22

Es difícil saber lo que ha querido decir Ione Belarra y miren que cuando quiere que se le entienda se hace entender. Si usted quiere informarse sobre lo que está ocurriendo en Podemos se va a encontrar en los diferentes digitales con titulares completamente contradictorios. ¿Por qué? Porque contradictorio ha sido el mensaje con el que pretendía comunicar que Podemos concurrirá junto a Sumar en las próximas elecciones. Hoy termina el plazo para la inscripción de las coaliciones y Belarra promete. Vamos a ver, si "esperamos no llegar al último minuto" es que la decisión no está tomada si "el acuerdo puede darse»" es que no se ha dado si no aceptan ningún veto es que no está garantizado que concurran con Podemos.

Dejemos un segundo a Belarra ahí. Ahora vuelvo con ella. Sólo quiero recordarles el rocambolesco caso de ese partido que se ha registrado, dicen que por error, con sede en la misma sede de Podemos. El Partido se llama Juntas sí Podemos. Resulta que dicen que lo registraron por error y entonces prometieron borrarlo. Pues sigue vigente. ¿Y saben por qué aún sigue vigente? Pues porque cuando fueron a borrarlo cometieron otro error de trámite y no se pudo borrar. No me digan que estos errores no son curiosos.

Vuelvo con Belarra. Aquí el problema no es de programa, no se está discutiendo de política, de medidas, de fiscalidad, no hay divergencias ideológicas porque no hay debate ideológico, aquí lo único que importa es si va Irene Montero tiene un escaño para ella o no. Y nada más.

Yolanda Díaz la veta y Podemos la impone. ¿Entonces cómo es posible que hayan anunciado que Podemos se inscribirá dentro de Sumar? Pues para salvar el día de hoy. Hoy finaliza el plazo para inscribir las coaliciones, pero luego quedan diez días hasta presentar las listas y por tanto la guerra continuará y se hará aún más cruenta, ya verán y más desagradable. Y si Yolanda Díaz no le da a Irene Montero un puesto de salida, pues entonces ahí sigue vigente ese partido que registraron con el nombre Juntas sí podemos.

Juntas sí podemos es un bote salvavidas. Utilicemos términos navales. El buque de Podemos se ha unido a la flota de Sumar, pero si Sumar veta a Irene Montero, la tripulación saltará a la chalupa de Juntas sí podemos. Es una teoría, ya les digo. Pero si no, esto no se explica.

Hoy Irene Montero ha recibido otra nefasta noticia que viene a hundir aún más su crédito político. El Supremo la ha condenado a pagar 18 mil euros a la expareja de María Sevilla, la presidente de Infancia Libre. Porque lo llamó maltratador y abusador, cuando los tribunales concluyeron que no era ni lo uno ni lo otro. Lo que había ocurrido es que María Sevilla había secuestrado a su hijo y lo tenía en condiciones lamentables y terminó condenada por ello. Precisamente Irene Montero pronunció las insidias que le valieron la condena cuando anunció el indulto, de una arbitrariedad sobrecogedora, de María Sevilla. Lo que discuten hoy los partidarios de Montero es la oportunidad del Supremo, pero no desde luego el fallo. Porque lo cierto es que aquello fue ignominioso.

Más razones para que Yolanda Díaz la considere un activo tóxico. Ahora que Podemos también tiene sus razones. Las tiene. Es que a todo el resto de partidos se le ha concedido lo que a Podemos se le niega. No se ha vetado a nadie más que a Irene Montero y es verdad que es el activo más tóxico, pero si esto es una coalición de partidos no se puede vetar a los líderes de los partidos que la componen.

El más reciente, Más Madrid, que ha negociado muy bien porque se ha garantizado el puesto número cuatro en la lista de Madrid. Así que Errejón tiene más o menos asegurado un trabajo para los próximos cuatro años.

Es que no es un ni un partido ni un movimiento ni una coalición, es una soberana melopea

El caso más sangrante es el de Compromís. Si Sumar no es coalición sino un partido, ¿cómo es posible que en la Comunidad Valenciana se presente con el nombre de Compromís Sumar y que Compromís elija todos los cabezas de lista? Es que no es un ni un partido, ni un movimiento, ni una coalición, es una soberana melopea. Y el veto de Montero es una cuestión personal y arbitraria, puramente arbitraria. Porque Sumar se coaliga con Compromís o con Más Madrid, pero con Podemos no, de Podemos lo que quiere es que se disuelva y entregue los espacios electorales.

Ahora todo esto viene coronado por un intento de darle una personalidad a la candidatura, cuando es una jaula de grillos. Cómo lo van hacer, pues emulando al primer Pablo Iglesias y estampando la cara de Yolanda Díaz en las papeletas. Esto no es broma, aunque lo parezca, en la papeleta de Sumar no va a haber un logo sino una foto, un sticker, con la cara de Yolanda Díaz. Ya saben que la comedia es tragedia más tiempo, según la célebre fórmula de Woody Allen.

Está bien esto que decía Diego Garrocho en Twitter. Sumar es Podemos más tiempo. Pero no mucho. Esto igual termina como Podemos antes de que nos demos cuenta. Pero en un parpadeo.

Preparándose no para la legislatura que viene, si no para la que te viene en Ferraz después de la derrota

Con todo esto se entiende desde luego el derrotismo que emanan las listas elaboradas por el PSOE. Porque unas listas son también un mensaje. Uno puede hacer unas listas de futuro, unas listas conservadoras, unas audaces, unas arriesgadas. O unas defensivas, es decir, preparándose no para la legislatura que viene sino para la que te viene en Ferraz después de la derrota. Y yo no sé cuánto de probable es esa derrota pero desde luego el mensaje que envía lo que vamos conociendo de las listas de Sánchez es que él la ve muy probable.

Hoy hasta los analistas más cercanos, más simpatizantes, interpretan que la elaboración de las listas transmite ninguna fe en una victoria, ni siquiera en la posibilidad de formar un gobierno mediante un pacto de perdedores. Lo que ha hecho es colocar a su núcleo duro en los puestos de salida, relegar a los jóvenes y prepararse para lo que venga. Lo más sintomático de la escasa moral de victoria es que la directora de la Guardia Civil ha dejado de serlo para entrar en un puesto, sólo dos meses después de acceder al cargo. Mercedes González no podría compatibilizar con la dirección de la benemérita su puesto en una lista y como lo más probable es que después del 23J sea otro quien nombre al director de la guardia civil, pues Pedro Sánchez le ha procurado un futuro a una persona muy cercana a él como es Mercedes González.