Ya está. La moción ha terminado. Ha sido derrotada. Ramón Tamames empezará ahora a escribir el libro para contar la experiencia y el gobierno no ha sufrido ni un rasguño. Si acaso habrá servido para retratar el sectarismo macizo de Patxi López y su verbo inflamado, pero todo eso ya lo conocíamos y, francamente, montar una moción para comprobar hasta que sima puede descender todo un lehendakari se antoja algo excesivo.
El Gobierno no ha sufrido ningún rasguño por la moción pero no significa que no se haya llevado ningún zarpazo. De hecho los más fieros zarpazos que se ha llevado ha sido de su oposición, esa que permanece emboscada bajo las siglas de Podemos.
Hoy hay una coincidencia general en que esta farsa de baja calidad de la moción de Vox sólo ha servido para una cosa: que Pedro Sánchez presentara su ticket con Yolanda Díaz, prestándole un poderoso altavoz a su vicepresidenta para que presente ante España entera su candidatura.
Eso ha enfurecido a Pablo Iglesias, porque Pablo Iglesias soporta el dedazo siempre que sea el suyo, y esta vez el dedazo que señala a Yolanda Díaz es el de Pedro Sánchez, lo cual es una traición.
La moción de censura ha servido para que Sánchez presente su ticket con Yolanda Díaz, prestándole un poderoso altavoz para que presente su candidatura
Se ha desatado la guerra, por tanto, entre Podemos y Yolanda Díaz. Porque Sumar todavía no le ha encontrado hueco ni a Irene Montero ni a Ione Belarra ni al resto que se temen que Yolanda Díaz está montando un partido por su cuenta y sin contar con ellas. Y por eso cuando a Irene Montero le preguntan por Yolanda Díaz, en lugar de sumarse al coro de arrobados elogios que hoy la entronizan como la nueva pasionaria, ella le recuerda que Podemos sigue ahí y no se lo va a poner fácil.
Lo de Pablo Iglesias es mucho agresivo, como acostumbra. Porque Iglesias se está dedicando a expedir fatuas contra excolaboradores, contra izquierdistas traidores, socialfascistas y progres sonrosados por doquier. Ahora tiene un canal en Youtube, que es una cosa como de trabajo escolar. Van leyendo su prompter por turnos, con poco salero. Es como un cruce entre la tele de los escolapios y Pyonyang TV.
Allí Pablo reclama unas primarias. Bueno se pone pasivo agresivo y dice algo así como "ah, así que ya están más cerca las primarias" y todo porque le ha escuchado a Yolanda Díaz sacudirse su tutela en Radio Nacional.
Podemos no se lo va a poner fácil a Yolanda Díaz y Podemos por el momento posee una militancia cada vez más escueta pero cada vez más fanatizada y un grupo parlamentario, aunque a estas alturas ya sea imposible saber a quién deben lealtad cada uno de sus diputados, a quién les dio un empleo en el pasado o a quien les puede prometer un empleo en el futuro.
Podemos posee una militancia cada vez más escueta, pero cada vez más fanatizada
Por ejemplo, el diputado gallego de Podemos Antón Gómez Reina a juzgar por su entusiasmo parece ya convencido por Yolanda Díaz. Ha hecho unos tuits muy elogiosos que si no pretenden mostrar una adhesión a su proyecto, pues serían francamente inoportunos.
En realidad, han pasado apenas unas horas de la moción y para esto es para lo que ha servido. Para que fuera ungida Yolanda Díaz como el ticket electoral de Pedro Sánchez y para que éste pudiera exhibir envalentonado su mayoría en la cámara. Lo demás, pues ha sido bastante pobre.
El día de hoy ha permitido que se mostrara ante todos un portavoz verdaderamente disparatado, que curiosamente fue lehendakari gracias al PP y que hoy ha hecho un discurso tremendamente desagradable que directamente declara enemiga a algo más de un tercio de la cámara. Seguro que no era su intención pero Patxi López ha permitido el momento de mayor lucimiento del candidato Ramón Tamames, que le ha dado una lección de convivencia y de educación
¿Y el PP? Bueno, Feijóo se ha ido a Bruselas, cuanto más lejos mejor del espectáculo del Congreso. Ahí se ha quedado Cuca Gamarra, queha invocado muchas razones para censurar al Gobierno pero otras tantas para no apoyar con el 'sí' esta moción
El PP tiene un dilema con Albiol
E PP va a tener que tomar una decisión respecto de Xavier García Albiol. Albiol fue alcalde de Badalona y ahora es candidato a volver a serlo. El problema es que el juez le ha enviado a juicio. La Fiscalía solicita para Albiol un total de dos años y diez meses de cárcel y otros diez años de inhabilitación.
El problema es que los reglamentos del PP son tajantes acerca de cuándo habría que apartar a un político que tiene un proceso en curso. Y dice que el momento es cuando se abre juicio oral. ¿Lo apartará entonces? Parece que no. El candidato Albiol dice en las redes sociales que nada de lo que le está ocurriendo es casual y por tanto no va a renunciar.
La dimisión de María Gámez
La directora general de la Guardia Civil, María Gámez, ha dimitido. Esto el Gobierno quiere disfrazarlo de relevo, pero no. Es una dimisión y la razón es que su marido ha sido imputado en un caso de corrupción y María Gámez ha tomado esta decisión para, dice, proteger a su familia y también a la Guardia Civil y que nadie utilice el caso para dañar a una o a otra.
El marido de María Gámez, Juan Carlos Martínez, está siendo investigado en una de las piezas derivadas del 'caso ERE'. En esta pieza se investigan presuntos delitos de prevaricación, malversación y blanqueo por los fondos que transfirió Bienvenido Martínez, cuñado de Gámez, cuando presidía la empresa Santa Motor, participada por la Junta.
Es un momento delicado para la Guardia Civil. Entre otros problemas hay dos generales investigados en sendos casos de corrupción: los casos Mediador y Cuarteles.
Quien sustituirá al frente de la Guardia Civil a María Gámez es una persona muy cercana a Pedro Sánchez. De su estricta confianza. La delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González.