Ni para ti ni para mi. Ni 5,8 ni 4,4. Por fin alcazamos a entender la complejidad que se esconde detrás de una negociación en Bruselas. El durísimo pulso que anoche se vivió entre los ministros de Economía del euro respecto de España debió de sonar más o menos así.
El monólogo de Alsina: Ni para ti, ni para mi
Ni para ti ni para mi. Ni 5,8 ni 4,4. Por fin alcazamos a entender la complejidad que se esconde detrás de una negociación en Bruselas. El durísimo pulso que anoche se vivió entre los ministros de Economía del euro respecto de España debió de sonar más o menos así.