La nueva variante de la Covid que ha aparecido en el Reino Unido ha puesto a prueba la flema británica. Es lo único que faltaba a las Navidades, a Europa y a Gran Bretaña. Quizá por eso nada como escuchar el último disco del británico Paul McCartney ,con sus 78 años, grabado encerrado en su propia casa, donde Rockdown es un juego de palabra con el vocablo inglés de cuarentena, lockdown, y siempre al encuentro del camino, de la salida.
Las bolsas reflejan el aislamiento del Reino Unido, el corte y suspensión de enlaces en Europa... Los valores turísticos son especialmente castigados, como la banca y la energía. Y esto con el Brexit llamando a la puerta. Como apunta el ex Beatle es muy larga la cola de este pájaro de invierno.
En mitad de la niebla se van conociendo más cosas de algunos proyectos del Gobierno, como que los planes de reforma de la Seguridad Social del ministro Escrivá supondrían un recorte de las pensiones del 5%, o el mantenimiento de las guerras internas del Ejecutivo por el Salario Mínimo, decreto de desahucios o el plan de apoyo a la hostelería. Atrapados en un remolino vírico, político. Atrapados entre cuatro paredes.
Muchos londinenses se fugaban antes de la cuarentena. Mientras en Estados Unidos republicanos y demócratas alcanzan un acuerdo para inyectar otros 900.000 millones de dólares a la economía. En España, el presidente del BBVA, Carlos Torres, solicita que se mantengan los estímulos económicos cuando calcula que el PIB español caerá este año un 11%.
Tras este largo invierno sanitario y económico de todo un año, el hielo se derretirá. Las vacunas son esenciales para ello. Y como señala McCartney el invierno pasará y el sol saldrá de nuevo.