EN LA BRÚJULA

La mirada cítrica: Las reformas estratégicas se relegan y retrasan

Ignacio Rodríguez Burgos pone su mirada cítrica en el Plan de Reformas.

ondacero.es

Madrid | 12.04.2021 21:10

Estamos en vísperas de que el Plan de Reformas llegue al Consejo de Ministros, aunque después, el Gabinete se tomará tiempo en aprobarlo. Hasta finales de abril no llegará a Bruselas. Son 110 proyectos de inversiones y 102 reformas, sobre todo en energía renovables y digitalización, anuncia el presidente del Gobierno. Pero las reformas estratégicas se relegan y retrasan.

La reforma fiscal se aprobará en enero, pero ya mismo la ministra María Jesús Montero, ha entrado de lleno en la campaña electoral de Madrid y lo hace llevando la contraria al candidato socialista Gabilondo. Este renunció a subir impuestos, pero Montero ha dejado caer que junto con el alza en el Impuesto de Sociedades quedará perfilada la subida en Sucesiones y Patrimonio, hoy día tributos bonificados en Madrid.

Otro punto que chirría es la reforma de las pensiones. El ministro Escrivá ha presentado hoy las líneas generales de la Reforma en el Congreso. Escrivá insiste en penalizar las prejubilaciones y por esta razón, por si acaso, en los dos primeros meses del año se han disparado las jubilaciones anticipadas casi un 30%.

El otro punto clave, que genera discrepancias crecientes en el interior del Gobierno es la reforma laboral. No hay conexión entre las vicepresidentas Díaz y Calviño. Esta tarde Calviño ha detallado la ruta. A largo plazo, modernizar la negociación colectiva, simplificar el número de contratos y establecer más flexibilidad laboral en las empresas. A corto plazo las prioridades, ya mismo, regular los Riders, digitalizar el maltrecho SEPE, mejorar las políticas activas de empleo y un plan de choque para el empleo juvenil.

Y esto del empleo juvenil tiene su aquél, cuando los jóvenes de hoy ganan la mitad que los jóvenes de los 80. En los últimos doce años la tasa de paro juvenil ha superado el 30%, hoy en el 40, ya sea con recesión o con expansión económica. Y encima está lo que se llama efecto vendimia. Ahora, con la Covid, se ve claramente sanidad, también en la ingeniería e investigación. En los últimos 20 años hemos formado médicos y personal sanitario que termina emigrando y trabajando en Europa. Y después, deprisa y corriendo, contratamos profesionales de fuera, por menos sueldos. Expulsamos a nuestros jóvenes. Y esto no lo hace solo el sector privado, también el público. La cicatriz laboral en los jóvenes se aprecia no solo en la última crisis, se ha repetido en las últimas cinco.