La mirada cítrica: "El lado salvaje de la economía"

Seguimos caminando por el lado salvaje de la economía. Vamos paseando por una de las crisis económicas más profundas, la generada por el Covid.

El Banco de España, 24 horas después de que lo hiciera Funcas, certifica el empeoramiento de las previsiones. A pesar de la recuperación de la actividad del tercer trimestre, no es suficiente. El Banco de España alerta de una ralentización en las últimas semanas por la nueva extensión del Covid.

Así que a final de año el PIB descenderá entre el 10 y medio y el 12 con 6%. Y lo peor es que la recuperación el año que viene se quedará en la mitad de lo previsto, el paro superará el 22% y regresar al nivel de anterior a la Covid no lo conseguiremos hasta más allá de 2022. Nos espera una senda empinada.

Quien camina a buen ritmo hacia la fusión son Caixabank y Bakia. Han convocado sendos Consejos de Administración para certificar la operación que ya cuenta con la luz verde del Gobierno. El Estado consigue sentar a un representante en el nuevo banco, un gigante financiero.

Otro gigante, este aún más grande, es Inditex. Su capitalización es mayor que todos los bancos españoles que cotizan en bolsa. Pues bien, la multinacional textil se dispara en bolsa un 8% tras regresar a los beneficios. La matriz de Zara anticipa una recuperación del consumo, que tardará. También indica la revolución de internet. Sus ventas online han aumentado un 74%.

Hay un cambio en los hábitos de consumo. Y también en el trabajo. Los españoles quieren teletrabajar, es lo que se desprende de la encuesta de la Cámara de España. El 84% de los españoles quieren teletrabajar dos ó tres días a la semana. Con la Covid algunos han descubierto esta posibilidad y les ha gustado.

Lo que no gusta a sindicatos y empresarios es cómo lleva el Gobierno la negociación del dialogo social en el caso de la ampliación de los ERTES. Por cierto como nos cuentan nuestros compañeros de Baleares, el ministerio de Trabajo está reclamando a miles de trabajadores la devolución de parte del dinero cobrado en los ERTES, ahora dicen que fue un cobro indebido.

El diablo siempre se esconde en los detalles y en España entre el papeleo. Los trabajadores de los ERTES cobraron tarde, algunos muy tarde.. y ahora resulta que les pagaron mal. A la hora de pagar, la Administración no tiene prisa.. Ahí está lo que ocurre con el Ingreso Mínimo Vital. Pero a la hora de reclamar, ahí sí que tiene prisa. Da de plazo 30 días.