Un piloto de las Fuerza Aérea de Grecia, Homero Sipostopoulos, se desvió de la ruta cuando estaba patrullando con su avión F16 sobre la isla de Samos y aterrizó en el aeródromo en Soke, en Turquía. El aeródromo estaba abandonado desde hace catorce años, escondió su avión y fue pasando a una ciudad cercana en donde sacó 2000 libras turcas, unos 700 euros. Tras ello, cogió su avión a Grecia.
Cabe destacar que un avión F16 gasta unos 20.000 euros en combustible por hora, por lo que el trayecto le costó unas treinta veces más del dinero que retiró del cajero.