"El mundo tiene que hacer un esfuerzo por adaptarse a lo que la administración Trump impone en las relaciones de exteriores", reflexiona Pedro Méndez de Vigo en 'La brújula', donde hace una comparación con la diplomacia antes y después de la llegada de Trump: "Hasta ahora, lo importante eran los principios y valores, y la habilidad consistía en tratar de alinearlos con los intereses que se persiguen".
Con Trump, Méndez de Vigo admite que "han cambiado los esquemas", aunque no se trata de "algo nuevo". "Recurre, como hizo Roosvelt, a la negociación con garrote, a la negociación con palancas, que son muy sugestivas para los interlocutores", apunta el experto.
Esto nos lleva al planteamiento de Trump para Gaza y los 'reasentamientos' de gazatís en otros países: "El mundo no se ha adaptado y estas iniciativas llaman poderosamente la atención. Se lanzan y son de máximos para luego ya ir viendo cuáles son las posiciones de las partes y tratar de negociar".
Uno de esos países implicados sería Egipto, que se ha mostrado "cauto" a la hora de responder a Trump. "Egipto no quiere perder su papel de liderazgo en la Liga Árabe ni como mediador de Hamás, por eso se muestra cauto. No está dispuesto a que cientos de miles de gazatís entren en Egipto".
Además, el derecho al regreso también juega un papel fundamental en ese plan, puesto que todo ello podría causar una especie de "despalestinización de Israel": "El mayor problema que ven los vecinos es que si eso se lleva a cabo haría inviable en el futuro la solución de los dos Estados, que es lo que late desde hace tiempo. Si los gazatís empiezan a abandonar en cantidades importantes y no regresan, la causa palestina tendría muy pocos visos de futuro".