Nos acercamos a la fecha de las elecciones europeas del próximo 9 de junio y estamos viendo cómo muchos de los representantes políticos están poniendo el foco en resaltar la importancia de estos comicios de cara al futuro de Europa. "En casi todos los países las elecciones europeas no tienen la importancia que deberían tener, pero esta vez sí es verdad que son cruciales", reconoce en 'La Brújula' Jordi Sevilla.
Y es que el socialista tiene claro que en la próxima legislatura deben tomarse decisiones cruciales que van a marcar el qué quiere ser Europa en el mundo. "Hay tres vectores que han explicado Europa estas últimas décadas y las tres han saltado por las aires: el gas ruso barato, China como gran fábrica del mundo, y que Estados Unidos nos protege de un mundo en el que las guerras van a ir desapareciendo".
Uno de los aspectos más importantes de estos próximos comicios europeos será ver cómo es el comportamiento con la extrema derecha. "Hace unos años todo el mundo tenía muy claro qué era la extrema derecha, pero ha ido ascendiendo en todos los países y en cada uno la derecha ha ido tomando posiciones diferentes", explica Sevilla.
"Están en cuestionamiento los valores occidentales, entre los que está la democracia liberal", alerta el socialista, que resalta que "la pandemia evidenció que teníamos un elevadísimo nivel de dependencia en productos estratégicos" que en este momento se está extendiendo a distintos sectores.
También ha analizado la actualidad política en España, que en las últimas horas ha vuelto a saltar por los aires con la aprobación de la Ley de Amnistía en el Congreso. Sevilla cree que tras las europeas se relajará un poco el ambiente.
"Creo que Sánchez va a plantear que la legislatura empieza ahora y va a plantear un programa de regeneración democrática, impulso, acuerdos... Es el momento de hacer ese cambio y poner al PP ante la tesitura de decir en qué si y en qué no", explica.
Sobre la amnistía, Sevilla ha resaltado que estuvo en contra, "pero tampoco creo que se rompa el país o el Estado de Derecho". "El nivel de decibelios y exageraciones en que estamos cayendo impide un debate racional", ha sentenciado.