La EPA nos arroja una realidad terrorífica: Más de 1.200.000 hogares con todos sus miembros en paro. "En épocas de bonanza España también tiene un diferencial respecto al resto de países europeos muy negativo en cuanto a tasas de paro", asegura el director del servicio de estudios de la Cámara de Comercio, Raúl Mínguez . "Parte se deriva de la actividad productiva: trabajos muy cíclicos y estacionales, el tamaño de la empresa española, y cuestiones de carácter más burocrático y regulatorio... circunstancias que de modo estructural hagan que tengamos una desventaja con respecto a países de nuestro entorno inmediato", explica Mínguez.
La realidad del alto paro en España no cambiará con medidas ni reformas de la noche a la mañana debido a la pandemia: "A corto plazo las medidas tienen que ser necesariamente más paliativas".
"A nadie escapa que Madrid y Cataluña son las zonas más dinámicas de la economía española... Estos motores son los que primero entran en funcionamiento, tienen una estructura en sí la capacidad de reacción de las empresas de estas zonas es más ágil", apunta el experto. Zonas como Andalucía, Valencia o Canarias, más dependientes del turismo, tardarán algo más en recuperarse. "Esta crisis nos demuestra lo desigual que es según lo sectorial", constata Mínguez, sobre la lamentable situación de hostelería y turismo.
150.000 personas empleo público, 60.000 privado. ¿La administración pública tiene que ser una locomotora para la creación de empleo? "En situaciones cíclicas de recesión como la que atravesamos el sector público ejerce de contrapeso por la vía de imprimir actividad productiva y cierto ritmo a la economía. También, las circunstancias específicas de esta crisis en el que el sector sanitario y otras ramas como la vinculada a la seguridad tienen un protagonismo importante y se han visto reforzadas para atender a las singularidades que ha generado la pandemia", nos explica Mínguez.