Haga el tiempo que haga, en La brújula todos los lunes damos un paseo por El rastro junto a Andrés Trapiello.
En uno de los paseos por El rastro Andrés Trapiello contó que hace seis años en uno de los puestos del mercadillo se vendió la bibliotecapersonal de Ramón y Cajal. Este domingo un amigo del escritor le ha ampliado la anécdota sobre ese día. En ese puesto no sólo se vendían libros que un día habían sido del científico, sino también sus objetos personales, como su microscopio. Un comerciante fue a comprarlo, pero al despistarse para mirar los libros se lo robaron. Trapiello lo describe como "un descorazonador, colofón a una historia".
También comenta Trapiello que uno de los objetos que más abundan en El rastro son las postales, porque la gente se resiste a destruirlas porque son "testimonios de momentos felices, resguardos de un momento feliz de alguien que está viajando".