Conocemos hoy el palacio de la Aduana. Fue en su día fábrica de tabacos. Después comisaría de policía; en sus calabozos estuvo encerrado el cantante Frank Sinatra tras ser detenido y multado por escándalo público cuando en 1964 se encontraba en España grabando la película El coronel Von Ryan.
Eso fue hace años. Hoy en día el Palacio de la Aduana es una de las referencias más importantes de Málaga. Sus 18.000 metros cuadrados albergan más de 2.000 obras de arte. Es el quinto museo más grande de España. Y hoy nos acompaña su directora María Morente, doctora en Historia del Arte, durante quince años trabajó y dirigió el departamento de Protección de Patrimonio Histórico en la Delegación de Cultura de Málaga. Fue en 2016 cuando asumió la dirección del Museo de Málaga.
Como explica María Morente es un edificio cargado de historia. Se creó con "aires de modernidad" porque coincidió con la renovación de las aduanas en España para potenciar el comercio exterior con los borbones. Además, se introduce el estilo neoclásico en la arquitectura.
En su momento (ahora también lo sigue siendo) Málaga era una ciudad atractiva, social y económicamente y eso provocó que pintores de renombre del momento a ejercer docencia y a pintar aquí.
Cuenta la directora que una de las señas de identidad del Museo de Málaga es su taller de restauración. Además de ser uno de los 63 museos en España que es estatal, pero con la gestión transferida a la comunidad autónoma, en este caso, a la Junta de Andalucía.
De renovar el carné a deleitarse con las obras de arte
Este edificio en su momento fue la comisaría central de Málaga y la ciudadanía lo conocía porque "era donde iban a renovarse el DNI", explica Morente.