Ni los mejores guionistas de cualquier serie de las que triunfan ahora en muchas plataformas audiovisuales, lo hubieran hecho mejor. Vamos a recapitular, las elecciones del 28 de mayo dejaron una borrachera de victoria para el PP que arrasó en las elecciones municipales y autonómicas. Pero, en un inesperado giro de guion, el presidente del gobierno, menos de 24 horas después de conocerse el resultado convoca unas elecciones anticipadas para el 23 de julio.
Muchos consideraron en ese momento, que Pedro Sánchez estaba actuando a la desesperada. Nadie vio venir que los pactos entre el PP y VOX en mitad de la campaña podían terminar por pasarle factura a un Núñez Feijóo que ya se veía en la Moncloa. De hecho muchos fueron en el PP que daban por asegurada la victoria, decían literalmente que sólo les faltaba por decidir si gobernarían solos o en solitario. Pues ni una cosa, ni la otra. Porque como ya les venimos contando, Feijóo quiere intentarlo, quiere tratar de formar una mayoría para gobernar, como le ha explicado esta mañana a Alsina, el portavoz de los populares, Borja Sémper.
Añadía Sémper que lo que tenemos por delante es un problema endiablado, porque Pedro Sánchez está en manos de Junts per Catalunya. Como se está repitiendo en las últimas horas, la negociación del PSOE, pasa por Waterloo, donde reside Puigdemont. Porque ERC, por boca de su portavoz Marta Vilalta, ya ha dejado claro que su apuesta en estos momentos es investir a Sánchez y emplaza a Junts a no provocar unas nuevas elecciones.
Y a todo esto, ¿qué dice Junts per Catalunya? El partido de Puigdemont. Su secretario general, Jordi Turull, le contaba a Jordi Basté en RAC1 que tal y como está ahora Pedro Sánchez, no ve la investidura ahora mismo y que la abstención no es un escenario posible.
Junts pone precio a su apoyo
Junts ha puesto precio a su apoyo: un referéndum de autodeterminación y la amnistía para Puigdemont. El primer secretario de los socialistas catalanes, Salvador Illa, pide realismo y recuerda que estas demandas no caben en la Constitución. Por eso lo que recomienda es la tentación de ir a una repetición electoral no sea de más.
Cataluña ha sido una de las claves para evitar la caída que pronosticaban algunas encuestas del PSOE. El PSC ha conseguido situarse como la formación más votada, en las cuatro capitales de provincia, y en el cómputo global se coloca como la primera fuerza, algo que no sucedía desde hace años. Estas elecciones, además dejan un segundo titular; el retroceso de los partidos independentistas, tras unas elecciones municipales en las que ya dejaron notar síntomas de desgaste.
También en Euskadi estas elecciones han dejado alguna que otra sorpresa. En estos últimos días ya se venía comentando la posibilidad que Bildu le pasara por delante al PNV consiguiendo un mayor número de escaños en el Congreso. Una circunstancia que se ha confirmado en muchos sitios, porque los nacionalistas vascos se han hundido en estas elecciones, mientras que el PSOE se ha puesto por delante en las tres capitales de provincia.
Andalucía, era una de las Comunidades en las que el PP, daba por segura la victoria. El candidato popular, Alberto Núñez Feijóo, ha repetido en más de una ocasión durante esta campaña que su modelo pasaba por conseguir una mayoría absoluta como la de Juanma Moreno. Les funcionó muy bien en las autonómicas, también en las pasadas municipales, pero ahora no han conseguido el objetivo, porque han pasado de un mapa marcado por el color azul, a un mapa en el que el rojo vuelve a tener presencia, por lo menos en Sevilla.