TERRITORIO NEGRO

Territorio Negro: El crimen del millonario británico asesinado en Estepona

Andrew David Bush, un millonario inglés de 48 años, vivió mucho y deprisa. Levantó un imperio a partir de tiendas de joyas, relojes y compra venta de oro en Inglaterra. Cuidaba su cuerpo, le gustaban los coches, el lujo y las mujeres. La madrugada del 5 de marzo murió en el chalé de lujo que alquilaba en Estepona, en la Costa del Sol. En el lugar del crimen estaban sus dos últimas novias, una modelo eslovaca de 24 años y una estudiante rusa de 21. En este territorio negro, explicamos lo que se sabe del crimen del millonario.

ondacero.es

Madrid | 21.04.2014 18:58

Nos situamos en la urbanización “Cancelada”, en la puerta de un chalé de lujo en Estepona, Málaga, el pasado 5 de marzo. Una mujer joven llama al teléfono de emergencias, al 112…  La que llama es María o Masha Korotaeva, una joven universitaria rusa muy atractiva, nacida en Tenerife, que acaba de cumplir 21 años. Está a las puertas del chalé alquilado por su novio, el millonario inglés de 48 años, Andrew Bush. La joven dice “mi novio no abre la puerta y yo no puedo entrar en la casa. Temo que haya podido pasarle algo”. Los servicios de emergencia y los bomberos llegan a la casa, un lujoso chale a apenas 300 metros de la playa, entran y en el jardín, cerca de la piscina, encuentran el cadáver del millonario, con una pistola en la mano.

El millonario, que normalmente llevaba guardaespaldas, sí había sufrido varios asaltos en sus establecimientos y en su casa de Chepstow, en Gales, otra formidable mansión valorada en un millón de libras, conocida por los vecinos como la fortaleza y protegida por un muro de seis metros de altura y varios rottwailers, pero nunca en España. La mansión de Estepona tenía también un importante y complejo sistema de seguridad que no había sido inutilizado. Además, cuando los policías miraron en sus bolsillos, Bush tenía casi 7.000 euros en metálico. Y no faltaba nada valioso de la mansión. Y su novia, la joven rusa, no fue a darle una sorpresa. Los dos viajaron juntos en avión desde Bristol, en Inglaterra, hasta el aeropuerto de Málaga, la misma noche del viernes. Y allí se subieron al todoterreno, al Hummer negro que había dejado el millonario en el parking.

Andrew Bush y Masha llegaron a la mansión ya de noche, a la una de la madrugada. Lo que ha contado a la policía la joven rusa es que iban a celebrar que llevaban cinco meses juntos. Que, ya dentro de la casa, se pusieron cómodos, abrieron una botella de champagne y, de pronto, oyeron ruidos en uno de los dormitorios. Allí estaba otra mujer, vestida solo con un pijama.

Era la anterior novia de Bush, una joven modelo eslovaca de 24 años llamada Mayka Marika Kukucova. Kukocova, que ha hecho por ejemplo campañas de lencería para H&M, fue una antigua empleada de Bush, a la que este promocionó como modelo. Fueron pareja durante dos años y en otoño, el hombre la dejó. Pero la modelo conservaba las llaves de la casa.

La nueva pareja del millonario, Masha, colgaba en facebook, en instagram y en twitter casi todos los pasos que daba con su novio, estaba entusiasmada. El caso es que, dos días antes de que la pareja llegara a Málaga, la modelo eslovaca tomó un avión desde Bratislava hasta la Costa del Sol y acudió a la casa, entonces todavía vacía. Era la misma donde ella había estado muchas veces con Bush, cuando eran pareja. El hombre había anunciado su intención de cambiar las cerraduras de la casa, porque, entre otras cosas, Maryka no aceptaba la ruptura y quería volver con él.

El pasado mes de diciembre, Mayka colgó incluso un vídeo en youtube, que aun puede verse, sobre su pareja. Dura algo más de seis minutos y hay decenas de imágenes de la joven modelo con el millonario joyero y tratante de oro inglés. Además de música melosa de Celine Dion y de las fotos, la modelo eslovaca incluyó pequeños texto. Vamos a leer algunos que revelan su estado de ánimo: “tú eres la única luz y la única estrella de mi cielo. La edad es solo un número, los días sin ti no tienen sentido”.

Podría ser un video meloso, uno más, pero visto ahora, pone un poco los pelos de punta. La joven modelo deja más mensajes a su ex novio y asegura: “estaré para siempre en tu vida. El amor es como el viento, no puedes verlo, pero puedes sentirlo”. En el vídeo sale también una cama vacía y se despide diciendo: “Sé que nacimos el uno para el otro, todavía lo creo. No hay problema sin solución con un poco de creatividad”.

Solo conocemos la versión de Masha, la joven rusa que acaba de cumplir 21 años. Ella aseguró a la policía que la situación se puso violenta y que decidió salir de la casa y esperar fuera a que su novio arreglara las cosas con su antigua pareja. Salió del chalé, dice, y se sentó en el todoterreno. Poco después, su novio salió y le comentó que todo se arreglaría, antes de volver a entrar al chalé. Ella se quedó fuera, en el coche, y de pronto, escuchó tres disparos, luego, se hizo el silencio y vio salir de la mansión a la joven modelo eslovaca, que ya estaba vestida de calle y además llevaba su equipaje. La modelo se acercó a ella y le dijo en inglés: “bájate del puto coche”. Luego, se fue de allí. Entonces, ella llamó al 112.

Y aquí la policía trabaja en dos direcciones. Primero, localiza el coche del millonario, abandonado en Marbella, y luego investiga el lugar del crimen.Mayka dejó el todoterreno abandonado en una urbanización de Marbella. Agentes de paisano se apostaron cerca del coche por si la modelo regresaba, pero no lo hizo. La policía no logró encontrar su nombre en ningún avión que saliera esos días de Málaga. El caso es que la modelo de lencería, y desde entonces sospechosa del asesinato, desapareció de la Costa del Sol. En cuanto al crimen, parece que quien mató a Bush trató de simular un suicidio dejando un revólver, que era del millonario, en su mano, pero la autopsia ha revelado que el hombre recibió tres disparos, los tres disparos que dijo oír desde fuera de la casa su novia rusa: uno le dio en un brazo, posiblemente porque tuvo tiempo de ver que le iban a disparar y trató de protegerse, y dos en la cabeza. En la casa quedó también la documentación de la modelo.

La policía investiga desde entonces la vida privada y la vida social de la víctima, ese millonario inglés, y sus dos últimas mujeres. Bush estaba divorciado de su primera esposa, una modelo y presentadora de la BBC en Bristol que se llama Samantha Mason, con la que tuvo una hija, Ellie, que ahora tiene 19 años. En los últimos tiempos había ampliado sus negocios: además de los negocios de compraventa de oro en sus tiendas Gold Trader, tenía una empresa de alquiler de limusinas y también una cadena de establecimientos de cirugía estética. Su última llamada de teléfono la hizo doce horas antes de morir a su entrenador personal, un hombre llamado Paul a quien había contratado nueve meses antes, a quien le dijo que pasaría unos días en España y con quien quedó citado para el miércoles siguiente tener una sesión de, como diría Manu Marlasca, dolor y destrucción, a su regreso a Inglaterra.

Y como las dos últimas parejas son dos chicas muy jóvenes, ellas han ido dejando muchas pistas en las redes sociales del estilo de vida que llevaron con Andy Bush.Era casi idéntico en los dos casos. Coches caros (en la casa del crimen había aparcados en el garaje un lamborghini plateado y un ferrari rojo descapotable), viajes a la nieve, playas, joyas, fiestas… La cuenta de Instagram de Maria, la última novia de Bush, es una perfecta radiografía de cómo fueron sus cinco meses con el millonario desde que lo conoció en una cafetería llamada Costa Coffee de Bristol, la ciudad inglesa donde ella estudiaba el último curso de Recursos Humanos.

En estas imágenes se ve mucho glamour, lujo al estilo ruso. Mucho oro, joyas, la chica posando con relojes, pulseras de oro en los tobillos, pieles, logotipos de marcas como Gucci y Louis Vouitton, y muchas fotografías de ella dentro o encima de coches como Alfa Romeo, Aston Martin, Lamborghini, Bentley y Rolls Royce con estrellas cubriendo el techo (siempre dejando ver el logotipo de la marca; por cierto, en la cuenta de la anterior novia hay unas fotos muy similares). También hay muchas fotos de la joven en bikini, aunque con collares y joyas, en la nieve, de viajes con su novio, por ejemplo, uno a París para celebrar el día de los enamorados, de fiestas y, y aquí la audiencia debe echar imaginación, muchas fotos de zapatos lujosos y de pies de la chica, siempre con las uñas muy pintadas, pies en tumbonas, en spas, en playas…

También hay mensajes de texto de antes y después del crimen. La joven eslovaca había colgado mensajes antiguos de Bush, donde la llamaba princesa y cosas similares. La rusa, la última pareja del hombre asesinado, le declara su amor, muestra imágenes del típico corazón con iniciales de ambos en la arena de una playa. Después del crimen, escribe: “Creo que todo es un sueño, una película, que no es real. Siempre te amaré. El hombre que cambió mi vida a mejor, que convirtió a una niña en mujer. He descubierto las mejores cosas de la vida gracias a ti. Mi profesor. RIP”.

Y la joven Masha, esta chica rusa, deja mensajes sobre el caso, también sobre la detención de la otra mujer. Algunos son casi filosóficos. Escribe: “el mundo no es solo amanecer y arcoiris; es un lugar muy sucio y no importa lo fuerte que seas, la vida te pondrá de rodillas”. El 8 de abril, cuando su rival y supuesta asesina de su pareja, la modelo eslovaca, se entrega en la comisaría de policía de su pueblo, Nova Bosaca, en Eslovaquia. Ese día, alguien pregunta a Masha en las redes sociales: ¿Han cogido a la zorra esa por fin? Y ella contesta: “Sí, ¡justicia!”.

La modelo, supuesta asesina, está en una cárcel de su país, Eslovaquia, a la espera de ser extraditada a España. El primero que habló fue su padre, que aseguró que su hija es incapaz de hacer daño a una ranita, así lo dijo. Y que de haber matado al millonario lo habría hecho en defensa propia. Todo indica que hubo una pelea, no sabemos si entre las dos mujeres o entre la modelo y el millonario, porque la mujer fue trasladada a un hospital y los médicos informaron que tenía un golpe en la cabeza, varios moratones en las piernas y le habían arrancado varios mechones de pelo. En las próximas semanas, Eslovaquia decidirá si la extradita a nuestro país para que la policía española le tome declaración. La versión que ha contado allí la supuesta asesina es que ella no mató a Andrew Bush, que viajó a Málaga para anunciarle que estaba embarazada, que esperaba un hijo suyo, y que se organizó una tremenda discusión. Ella asegura que cuando se fue, Bush estaba vivo.