TERRITORIO NEGRO

Fernando Guerrero, el policía español que lucha contra el tráfico de personas en Níger

En Territorio Negro, hablamos de la detención de 'La Diabla' y de la misión del policía Fernando Guerrero en Níger, donde reside y lucha contra las redes de mafias de inmigración ilegal y el tráfico de personas

ondacero.es

Madrid | 07.12.2021 18:11

Abrimos nuestro Territorio Negro con la detención de 'La Diabla', la explotadora de mujeres y traficante de personas hasta ahora más buscada de España de la que hablamos la semana pasada con Luis Rendueles.

Leudis Isaac Corro, que llevaba un año huyendo de la justicia, ha sido localizada en un hotel de Hamburgo junto a su novio, el deportista Robert Licitis, y detenida por estar acusada de explotación sexual de mujeres y pertenencia a organización criminal en España. Según confirman fuentes policiales, la colaboración ciudadana y un número de teléfono han sido las pistas que han llevado a la Europol y a la policía alemana a dar con el paradero de 'La Diabla', que previsiblemente pasará a disposición de las autoridades españolas en las próximas horas.

La misión en Níger de Fernando Guerrero

También hablamos con Fernando Guerrero, un comisario de la Policía Nacional residente en Niamey, Níger, que lucha contra las mafias de trata de seres humanos y las redes de inmigración ilegal al frente del proyecto Equipo Conjunto de Investigación-Níger. El objetivo del grupo, según nos cuenta Manu Marlasca, es ayudar a las autoridades nigerinas a desarticular los grupos criminales encargados de traficar con personas, especialmente migrantes, en todo el país.

Sobre lo que es vivir en uno de los países más peligrosos del mundo, al que las autoridades españolas desaconsejan viajar "a no ser que sea por extrema necesidad", Guerrero admite que "a pesar de la peligrosidad y la pobreza, Niamey es una ciudad que no está tan mal, que tiene fuentes de aprendizaje profesional y humano".

Un país rodeado por el terrorismo

A pesar de no tener mar, la localización geoestratégica del país, que comparte frontera con Nigeria, Benín y Burkina Faso en el sur, Chad en el este, Libia y Argelia en el norte y Mali en el oeste. La mayoría de estos países mantienen luchas abiertas con el terrorismo de Boko Haram, AlQaeda y otros pequeños grupos organizados, de los que cientos de miles de personas huyen también dentro del propio país.

Afirma que en el equipo conjunto de investigación trabajan tres policías españoles, tres franceses y 36 nigerinos. Según Manu Marlasca "el compromiso estos últimos resultan fundamental para completar la misión", que comanda España junto a Francia a través de la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP), financiada por la Unión Europea. "La singularidad de este proyecto es que es operativo y, mediante los permisos del gobierno nigerino, acompañamos a sus fuerzas de seguridad en estas labores operativas", asegura Guerrero.

La lucha contra la trata

La actuación de los equipos deriva en labores de toma de declaración de testigos y detenidos, realización de la inteligencia y todo lo que significa la operatividad policial, "ofreciéndoles nuestra experiencia y conocimiento", según Guerrero, en un país en el que se trafica recurrentemente con inmigrantes subsaharianos que tratan de llegar a España a través de Argelia y Marruecos o a Italia a través de Libia. La trata de seres humanos también frecuentemente en el país, asegura Guerrero, está ligada a la explotación sexual y laboral, contra la que también luchan desde el operativo.

Asimismo, en Níger también se llevan a cabo otro tipo de misiones relacionadas con el terrorismo, que están lideradas por Francia y que también cuentan con un mando hispano-francés vinculado con la policía local del país.

La persona de Guerrero más allá de su labor policial

A pesar de vivir dedicado a la lucha contra el tráfico de personas en Níger, Fernando Guerrero es un policía formado en Madrid, donde reside su familia con la que, confiesa, "mantiene contacto y consigue paliar las ausencias gracias a las comunicaciones, aunque desde aquí a veces fallan". Según reconoce, cuando decidió marcharse allí, "lo aceptaron" y, afirma que "todos los éxitos que consigo son gracias a ellos".