TERRITORIO NEGRO

Territorio Negro: El asesinato de Denisa. Chavales de barrio viviendo rápido

Esta mujer llegó a España para ganarse la vida con la que entonces era su niña de cuatro años. Trabaja en una fábrica de Getafe, en Madrid, y su hija Denisa fue creciendo en Alcorcón. El pasado 25 de noviembre, cuando tenía 17 años, una joven a la que no había visto nunca en persona, fue a la casa donde vivía y la apuñaló. Tenía 17 años. Hoy, en territorio negro traemos la historia de Denisa, de su antiguo novio, Mario, y de su asesina, Rocío, tres jóvenes de barrio de Madrid que vivieron muy rápido, posiblemente demasiado.

Luis Rendueles y Manu Marlasca

Madrid | 12.02.2019 17:36 (Publicado 12.02.2019 16:51)

Esta es, decíamos, la historia de tres jóvenes de barrio de Alcorcón, una ciudad muy cercana a Madrid. Tres chavales que no iban bien en los estudios, y que, como la inmensa mayoría, viven su vida también en las redes sociales.

El primer personaje de esta historia es Denisa, la hija de la mujer que escuchábamos antes, destrozada. Los padres de Denisa están separados y ella creció con su madre en Alcorcón. No le fue muy bien en los estudios y ahora pensaba empezar a formarse como peluquera. Con 16 años conoció a un chico de 21 llamado Mario, un tipo malote y con cierto tirón entre las chicas. También, con una familia de padres separados, su padre biológico ha pasado alguna temporada en la cárcel incluso. Mario, sin profesión conocida, andaba con coches de alta gama y tenía cierto prestigio o glamour en algunos círculos porque hacía grafitis más o menos curiosos con su seudónimo Rews. Los dos empezaron a salir, pero la historia acabó mal.

Lo que contaría luego Mario al juez es que él decidió dejar a Denisa porque le había puesto los cuernos. No se sabe si fue cierto. Lo que sí fue cierto es que la chica se quedó embarazada de Mario con apenas 16 años y que decidió abortar. Finalmente, en mayo del pasado año, Denisa y Mario rompieron su relación. Poco después, Mario o Rews empezaba a salir con otra chica, esta de 19 años, llamada Rocío, y a la que sus amigos y en instagram conocían como La Golosina.

Y este es el tercer personaje de esta tremenda historia. Rocio, la Golosina. Aparentemente es la que tiene una familia más convencional. Creció con sus padres en Alcorcón y los últimos tiempos vivía en un pueblo de Toledo, Ventas de la Retamosa, donde habían destinado a su padre, un guardia civil. A Rocío tampoco le iban bien los estudios, también andaba tonteando con el lado oscuro, diríamos. Y en junio empezó a salir con Mario. Los dos van a celebrarlo al circuito de coches del Jarama, cerca de Madrid y, como tantos jóvenes ahora, cuelgan su vida, televisan su vida en redes sociales. Colocan un vídeo en Instagram donde se les ve felices subidos en un coche.

Y Denisa, la antigua novia, ve ese vídeo y envía un mensaje a Rocío por instagram. Eso es lo que dice Mario, al menos. El joven asegura que Denisa contactó con Rocío y le dijo que Mario la iba a engañar, que no le iba a durar mucho. El joven también explicó que su exnovia, recordemos 17 años, llamó a su nueva pareja, que tenía 18 años, drogadicta y borracha.

Dos chicas que ni siquiera se conocen ni se han visto en la vida real, fuera de las redes sociales. En fin. Las cosas se van a complicar porque Mario tontea con Denisa y Rocío empieza a tener celos, en el peor sentido de la palabra.

Mario confesaría después del asesinato que un día que discutió con su novia volvió a verse con Denisa a solas. También, que se lo contó a Rocío, que se enfadó mucho. La cosa fue a peor.

Denisa parecía querer olvidarse de Mario, de Rocío y de toda aquella historia enfermiza. Vivía a rachas con su padre, otras veces con su madre... Entonces empezó una relación con Iván, otro chico de Alcorcón, con el que incluso se instaló en un local donde el padre del chaval guardaba herramientas y útiles de construcción. Metieron allí una cama, un sofá y empezaron a vivir juntos.

Pero Rocío, la Golosina, no se olvidaba de ella. El 2 de septiembre, le envió un mensaje a la mejor amiga de Denisa, una joven llamada Silvia. "Cuando te pille a ti, os abro la cabeza. A ver si te pillo a ti y a Denisa juntas". Mario, el hombre de esta historia, asegura que Denisa también enviaba insultos y amenazas a Rocío.

Los expertos en redes y acosos nos explican que en las amenazas de Rocío había dos señales preocupantes. La primera, Rocío no usa su teléfono móvil para no dejar rastro. Utiliza el móvil de una amiga suya, de raza gitana, llamada Yohana, para evitar que la identifiquen. Y la segunda, en otra amenaza utiliza el teléfono de su propio novio, de Mario, para llamar. Rocío le dice entonces a Denisa cuando contesta: "qué haces hablando con mi novio? Un día te voy a esperar en tu casa y te voy a matar".

Y llegamos al mes de noviembre. Tenemos a una chica, Denisa, viviendo con su nuevo novio en un local de Alcorcón. Tenemos a otra pareja, la de Mario y Rocío, saliendo juntos. Y a Rocío guardando celos, rencor, hacia Denisa. Ese mes de noviembre todo va a cambiar. Primero, con un embarazo, otra vez, entre gente tan joven y sin la vida ni mucho menos organizada, sin trabajo, sin casa...

El pasado otoño, Rocío La Golosina, que ha cumplido 19 años, se entera de que está embarazada de Mario, su novio. Todo indica que la joven ha decidido tener el bebé. Pese a esa noticia, Rocío no se olvida de la antigua novia de su pareja, de Denisa. El día 13 de noviembre, a las dos menos seis minutos de la mañana, le escribe un mensaje de whatsapp tremendo, que está en el sumario.

Son dos chicas, de 19 y 17 años, que ni se conocen ni han hablado nunca en persona, solo por redes sociales, recuerden. Las dos se quedaron embarazadas del mismo chico. Y Rocío escribe esto a Denisa: “Queria que supieras que voy a ser madre. Sí, me he quedado embarazada y lo voy a tener porque no soy una sucia como tú y te lo juro por mi hija que va a ser una niña que te voy a quitar la vida, que todo lo mal que me lo has hecho pasar lo vas a pasar tú".

El texto continuaba y Rocío, recordemos 19 años, le decía a la ex de su novio Mario: "Ya he ido una vez a rajarte entera y no ha salido. La próxima, tranquila que no te voy a amenazar ni a avisarte Denisa. En el poblado, por 50 euros hacen de todo pero te lo juro por mi Daniela (parece que era el nombre que tenía elegido para su futura niña) que te voy a quitar la vida y a tu padre el putero igual. Todo esto te lo juro por mi hija, cacho hija puta. Cuando más sola estés, ahí estaré yo para quitarte la vida de sucia que tienes. Adiós, un besito".

Esto fue el 13 de noviembre. La chica, Denisa, 17 años, recuerden, aunque ya había vivido muchas cosas, muchas experiencias, vive con su nuevo novio. Algo debió removerle por dentro ese mensaje, porque decidió reenviárselo a su madre para contarle cómo la amenazaba Rocío. Pese a todo, no quiso denunciarla, pensó que sería peor.

Doce días después de ese mensaje, Denisa pasa la tarde con su novio, Iván. Hacia las seis y media, cogen comida del McDonalds que hay en el Parque Oeste de Alcorcón y la toman en el coche, en el parking. Hacia las ocho, Ivan deja a su novia en el local donde vivían y se va con unos amigos, luego pasará por casa de sus padres en busca de algo de comida para cenar con su novia. En el local se queda Denisa sola, con los dos perros pitbull que tienen.

Y a ese local va a ir Rocío aquella noche ¿Cómo sabía dónde era si nunca se había visto siquiera con Denisa? ¿Lo había planeado?

Una conocida sí estuvo en el local de la calle Desmonte y se lo había contado. No parece que estuviera muy planeado. Por la tarde, Mario y Rocío hicieron algo parecido a la otra pareja. O eso contó Mario a la policía tras el crimen. Explicó que a las siete de la tarde fue con Rocio al McDonalds de Alcorcón, que pidieron comida en el Mc Auto y comieron en el coche, cerca de un Mercadona que hay en el parque de Los Cantos. El joven dice que mientras comían, Rocío le cogió el teléfono móvil y empezó a mirar, vio que tenía una sugerencia de amistad que le había enviado Denisa, la reconoció por la fotografía. Mario asegura que su novia se enfadó mucho y que le dijo que la llevara a donde vivía la chica o que se iba al pueblo, con sus padres.

Ante el juez, Mario dijo que los policías le habrían entendido mal, que no llevó a Rocío ni la acompañó y que su madre le dijo que le iban a detener porque había tenido problemas y aquí puede haber otra clave del caso, de violencia de género. En su declaración ante la policía estuvo más locuaz y les explicó que sí había llevado en su BMW, del que no tenía papeles, ni recordaba la matrícula, a Rocío hasta el local donde estaba Denisa, que aparcó en doble fila y que ella se bajó del coche, la vio bajar las escaleras para entrar en el local y vio a Denisa asomada a la ventana.

Denisa está hablando por teléfono con su amiga Silvia cuando llaman a la puerta. Es Rocío, pero ella piensa que es Iván, su novio, con la cena. Le pide a su amiga que espere, que va a abrir, y Silvia escucha por el móvil el asesinato en directo de su mejor amiga

Silvia asegura que escuchó como su amiga decía tras abrir la puerta: "Rocío... No quiero problemas", "Por favor, no me hagas nada" y más tarde "Tía, que me ha clavado, por favor, ven". "me ha pinchado, me ha pinchado"... Rocío había sacado un cuchillo y la había apuñalado, en el ombligo, a la derecha. Denisa moría aquella misma noche en el hospital de Alcorcón.

Y después de apuñalar a Denisa, una joven a la que no había visto en su vida, más allá de las redes sociales ¿qué hace Rocío? En su primera declaración, su novio, Mario, explicó que entró en el coche enfurecida y le gritó "tira". Que él obedeció y que fueron a casa de su tía Ana. Allí pasaron la noche. Dice que a las dos de la mañana vio en redes sociales que habían apuñalado a una chica en Alcorcón y que le preguntó a su novia si le había hecho algo a Denisa y ella le contestó que no

Mario ha cambiado de versión en varias ocasiones. Algunos de sus familiares, también. Dos días después del asesinato, un hombre alerta de que hay un cuchillo en un parque de Móstoles. La policía lo recupera en la basura. El 29 de noviembre, la tía de Mario, Ana, llama a la policía. Cuenta que su sobrino y Rocío pasaron en su casa la noche del crimen. Asegura que llegaron a las doce menos veinte, casi dos horas después del ataque a Denisa, que Rocío estaba pálida y con mal aspecto. A la mañana siguiente, cuando se supo lo del asesinato, asegura que Rocío empezó a llorar y que Mario estaba como ausente, lo dice así.

Esta mujer volverá a llamar a la policía días después. Su pareja, un ciudadano brasileño y ella van a aportar más datos en favor de su sobrino. Dicen que les contó que tenía miedo de Rocío porque estaba loca. Que le había pegado después de ver unos mensajes que se había cruzado con Denisa y le dijo que la había pinchado, después, fueron hacia Móstoles, pararon el coche y escondieron el cuchillo entre unas hojas.

Rocío perdió su bebé unos 15 días antes de cometer el crimen. Ella se ha negado a declarar ante la policía y ante el juez, que la mandó a prisión, donde sigue. La única vez que ha contado algo fue una noche, ya detenida, que se encontraba mal. Había abortado hace poco, estaba acusada de un crimen y dos policías la llevaron primero al centro de salud y luego al hospital.

En ese traslado, Rocío se confesó con los agentes y eso está en el sumario. Les fue contando que ella había cogido el teléfono móvil de Mario y que había pillado una conversación de su novio, otra vez, con Denisa. Que solo se leían los mensajes de Denisa, porque Mario había borrado los suyos. Como no puede saber lo que su novio le ha contestado, le pide que vayan a casa de Denisa. Dice que cogió una navaja del coche de su novio, se bajó, llamó a la puerta, abrió Denisa, que discutieron, que ella le azuzó dos perros pitbull y que la pinchó y se fue. Que su novio le preguntó entonces: "¿La has pinchado, verdad?" Y que ella no contestó. Luego, hacia las seis de la mañana, llamó a su padre, guardia civil, y le dijo: "Papá, la he liado". Otra versión asegura que Rocío le dijo a su padre: "La niña ha muerto y he sido yo".

Qué terrible y qué absurdo. Una chica de 17 años asesinada por otra de 19 con la que nunca se sentó a hablar, solo se cruzaban mensajes más o menos envenenados por redes sociales. Eran adolescentes, a pesar de todo, a pesar de los abortos, a pesar de las amenazas...

Algo de eso hay en esta tremenda historia. Cuando los policías tienen que hacer el informe recogen las pertenencias de la víctima, de Denisa, y también las de Rocío, la asesina. En la mochila de Rocío había una pinza del pelo, un bote de laca, algo de rímmel, un neceser de Hello Kitty y un pijama con el dibujo de una gran Minnie Mouse. También dos tangas. Eran mitad niñas, mitad mujeres. Y la vida ha terminado para una de ellas, para otra empieza una larga temporada en prisión.