Se llamaba Isabel Suárez Arias, tenía 85 años y vivía en el pueblo asturiano de Valduno, en el concejo de Grao, situado cerca de Oviedo. Isabel murió el 28 de junio de 2021 en Rivas, cerca de Madrid, adonde había llegado cinco meses antes para vivir con su sobrina, Arancha, y su pareja, el actor Luis Lorenzo.
En el certificado de defunción de la anciana figura como causa de la muerte un “accidente cerebrovascular”, lo que parecía que se trataba de una muerte natural. La sobrina, Arancha, y su pareja, el actor Luis Lorenzo, conocido por participar en series como 'La que se avecina', la llevan a enterrar a Asturias, a Grao, donde estaba enterrado su marido.
Isabel no tenía hijos, pero sí hermanos. Y uno de ellos había denunciado meses antes ante la Guardia Civil, en marzo de 2021, que a su hermana se la habían llevado obligada a Madrid. Y que desde entonces no conseguía hablar con ella por teléfono.
Arancha, la sobrina de Madrid, trató de enterrar a la tía en el pueblo el 30 de junio, sin avisar a sus hermanos, que se enteraron y se armó la marimorena. Los vecinos hablan de insultos en la iglesia de Santa Eulalia y de que el propio párroco tuvo que pedir moderación y calma. El caso es que el entierro fue suspendido por petición de los hermanos de la anciana para que a la mujer se le practicara una autopsia.
El Instituto de Medicina Legal de Asturias certificó que las lesiones de la anciana, como algún pequeño trombo que tenía, no eran “de suficiente entidad” para causar su muerte. Después, el análisis de tóxicos reveló que doña Isabel tenía en su sangre 200 veces más de lo normal de Cadmio, un metal pesado. También, 20 veces más manganeso de lo normal.
Los forenses determinan que la anciana murió por una intoxicación aguda por metales pesados. Que lo más probable, dicen, es que esos metales entraran en el organismo de la anciana por vía oral y que es muy poco probable que fuera un suicido o un accidente.
¿Es frecuente encontrar muestras de cadmio en lugares cotidianos?
Hay cadmio en muy pequeñas cantidades en algunos ambientes, en algún pescado, marisco, también en el agua, los fumadores crónicos pueden tener muchos años después cinco o seis veces más cadmio de lo normal en su organismo. Nunca doscientas veces más, es un caso único en España.
Y se puede comprar cadmio como algún otro elemento letal, en matarratas o pesticidas. El cadmio está presente en muchas pilas, en baterías de aparatos electrónicos, también en disolventes de pintura, en algunos fertilizantes, pero no es un producto fácil de obtener. Es un enigma cómo llegó tanto cadmio a la sangre de Isabel. Los forenses hablan de etiología homicida y creen que la intoxicación aguda tuvo lugar un máximo de tres días antes de que la anciana muriera en la cama, aquel 28 de junio del año pasado.
¿Cómo era la vida de Isabel meses antes de morir?
Cinco meses antes de morir, Isabel sale de su casa en el concejo de Grao y se va a Madrid con su sobrina y su pareja, el actor Luis Lorenzo. La mujer estaba aparentemente bien entonces, salvo algún problema de sordera, se había operado de cataratas y los testimonios de familia y vecinos hablan de un buen estado de salud.
Lorena, otra de sus sobrinas, ha contado que comió el día anterior con su tía, que la vio en buen estado, que incluso le cocinó un pote asturiano, y no le dijo que pensara irse a Madrid. Otros testimonios hablan de que la mujer no quería ir a Madrid, aunque dijo que tenía que irse unos días a cuidar de los hijos de su sobrina y de su pareja, pero que volvería pronto, porque tenía que vacunarse de covid.
El caso es que fue una salida precipitada, casi clandestina, de Asturias. La anciana se dejó encendida la calefacción, la nevera llena de alimentos frescos y había sembrado la mitad del huerto de patatas, dejó la otra mitad sin sembrar.
El verano anterior a su muerte, en 2020, la anciana ya había ido a Madrid a casa de la sobrina. Una noche de agosto, la mujer llegó sola en tren desde Madrid a Oviedo y luego al pueblo. Los testigos hablan de que llevaba un chaquetón de lana sin nada debajo. Un familiar asegura que el actor Luis Lorenzo le quitó la blusa para que no pudiera irse de Madrid aquella vez.
El caso es que la tía Isabel, como la llamaban, llegó muy desmejorada a su casa de Asturias, incluso con un medicamento prescrito para una supuesta demencia. Eran tiempos de coronavirus duro y los médicos asturianos la vieron por videollamada y le retiraron esa medicación tan fuerte. En marzo, su sobrina y su pareja la convencen para ir a Madrid unos días, según ella. Pero ya no va a volver a Asturias, o más bien, volverá ya muerta, para ser enterrada, apenas tres meses después.
En los siguientes días, la anciana empieza a sufrir problemas graves de salud nada más llegar a Madrid. El 15 de marzo, cuatro días después de llegar a Madrid, la mujer sufre ya temblores y fallos de memoria. Los médicos asturianos no advirtieron problemas serios de salud, los de Madrid, sí, y este es otro de los enigmas de este caso.
El 1 de junio, la sobrina lleva a la anciana a un centro de salud en Rivas Vaciamadrid, donde viven. El médico que la atiende piensa que doña Isabel está sufriendo un ictus, tiene la boca torcida y habla con mucha dificultad. Pide una ambulancia y se lo comenta a la sobrina, que actúa de forma sorprendente, según el testimonio de este doctor.
El doctor Ceballo ha declarado que la sobrina le contestó que a ella le venía muy mal, que tenía que hacer los deberes con su hijo. Y que se fue. El médico se quedó con la anciana esperando la llegada de la ambulancia, que llegó a las nueve y media de aquella noche y la trasladó al hospital. Seis días después, el 7 de junio, a la mujer se le diagnostica una demencia degenerativa tipo alzheimer que está avanzando muy rápido.
Las incógnitas en torno al fallecimiento de Isabel
A los 21 días la mujer fallece. La sobrina empieza una batalla por controlar el dinero de su tía y también su herencia, vigila el patrimonio de la anciana, según la Guardia Civil. Se enzarza con la Caja Rural porque no le da acceso a otros depósitos de la anciana, y cuando su tía está ya muy enferma consigue cambiar el testamento a su favor, el 7 de mayo de 2021. El 21 de mayo, increíblemente, consigue que un notario le dé un poder para manejar las cuentas de la anciana, que ya estaba muy enferma. En honor a los notarios hay que decir que Arancha y el actor Luis Lorenzo consiguieron que lo firmara el tercer notario al que acudieron. Hubo dos que dijeron que no.
Es importante señalar que en todos estos meses, los familiares asturianos de Isabel intentaron hablar con ella sin conseguirlo. También los médicos del centro de salud de Asturias. Una de las parientes de la anciana incluso envió un audio a la sobrina diciendo que estaban preocupados. La sobrina llegó a amenazarla con ir al juzgado si no la dejaban tranquila.
Ese mismo mes de mayo, mientras consiguen el poder sobre el dinero y la voluntad de la anciana, contratan una cuidadora para que la atienda. Los testimonios recabados por la Guardia Civil reflejan que, según la empresa y los inspectores, la mujer estaba en situación de abandono, llegó a tener piojos y no tenía pañales ni esponjas para lavarse.
Los vecinos cuentan que oían gritar a la anciana diciéndole a su sobrina que se quería ir, que quería volver a su casa. Y que su sobrina le contestaba que ella también quería que se fuera, pero que no se podía. Uno de los vecinos llegó a llamar al 112 una vez después de oír una gran discusión seguida de tres golpes secos en la pared.
Es posible que los dos investigados, Lorenzo y la sobrina, pidan una segunda autopsia sobre la anciana. Los dos se declaran inocentes, aunque Lorenzo se ha negado a declarar ante la Guardia Civil y en el juzgado. Están en libertad aunque el resto de la familia de Isabel ha pedido que ingresen en prisión.