Antonio Naranjo se queja de que "una vez más los medios se precipitan y dan por supuesto que el ingreso en el hospital de la actual pareja del presidente de Francia obedece a una crisis suscitada por averiguar que tenía otra pareja", mientras Máximo Pradera opina que "si Hollande con esa pinta de osito risueño fuera kioskero en el bulevar de Sébastopol ese pivón que se ha ligado ni siquiera le habría dado las buenas tardes".
Con un par: "Si Hollande fuera kioskero ese pivón que se ha ligado ni siquiera le habría dado las buenas tardes"
Antonio Naranjo se queja de que "una vez más los medios se precipitan y dan por supuesto que el ingreso en el hospital de la actual pareja del presidente de Francia obedece a una crisis suscitada por averiguar que tenía otra pareja", mientras Máximo Pradera opina que "si Hollande con esa pinta de osito risueño fuera kioskero en el bulevar de Sébastopol ese pivón que se ha ligado ni siquiera le habría dado las buenas tardes".