Cuando miramos grandes edificios solemos fijarnos en la altura que tienen, en su estructura, en su estética o en las vistas que tienen desde su interior en el caso de que estemos dentro. El mantenimiento de estas infraestructuras requieren, como todo, de un exhaustivo trabajo de limpieza que no solemos apreciar a primera vista y que hace que el colectivo de personas dedicadas a este oficio puedan detectar la suciedad incluso desde abajo.
Estos 'spiderman de la limpieza' son capaces de llegar a sitios imposibles dejándolo todo reluciente y hoy en 'Julia en la Onda' aún con media España cubierta por el manto de arena del Sáhara que nos llegó hace una semana, conocemos mejor las entrañas de esta profesión hablando con Julen García, encargado de la limpieza del Guggenheim, con Israel Pulido y Rubén López, procedentes de la empresa 'Serviclean' y con Luis Gordón, de 'Proliser'.
¿Son compatibles estas técnicas verticales con el vértigo?
García, que lleva 20 años dedicando su vida a las labores de mantenimiento del prestigioso museo bilbaíno, entre las que se encuentra la limpieza, nos confiesa que "para limpiarlo entero, utilizamos dos cuerdas y mucha paciencia, ya que se trata de un edificio muy grande que precisa de labores de limpieza todo el año". Entre sus aficiones se encuentra la escalada y el montañismo, a las que de alguna forma se dedica mediante las conocidas como "técnicas verticales" tras haber trabajado como operario en una fábrica.
Por su parte, Israel Pulido nos asegura que lleva dedicado a las labores de limpieza de cristales con 12 años, con las que se ganaba unas pocas pesetillas al mes. Posteriormente llegó a "profesionalizarse", y actualmente es gerente y administrador de la empresa 'Serviclean', dedicada a la limpieza de cristales y a la distribución de herramientas. En la misma empresa trabaja Rubén López que confiesa tener "mucho vértigo" a pesar de dedicarse profesionalmente a la limpieza en altura aunque, asegura "los riesgos hoy en día son mínimos".
Luis Gordón, responsable de 'Proliser', comenzó hace 30 años vendiendo productos para limpiar graffitis, y actualmente se dedica a limpiar y restaurar fachadas de edificios históricos en Madrid como el mítico cine 'Capitol'.
