El Banco Central Europeo (BCE) anunció a comienzos de esta semana que continuaría subiendo los tipos de interés, que actualmente se sitúan en el 1,25%, tras un aumento del 0,75% el pasado jueves. El objetivo a medio plazo es ahora del 2%, por lo que plantean poder "subir más las tasas" hasta que alcancen "niveles que aseguren que la inflación vuelve a tiempo".
Gonzalo Bernardos ha asegurado que es una muestra más de la impaciencia de la organización, que "dispara" sin pararse a preguntar, tal y como lo hicieron el 2008 y 2011 con una subida de tipos. "No nos merecemos el Banco Central Europeo que tenemos", ha señalado denunciando su política ahorradora. Por otro lado, Luis Garicano se muestra en contra de esta idea, recalcando lo mucho que han ayudado a España con la deuda del país, por lo que no lo considera "austero" en ese sentido.
Bernardos también ha señalado el alto precio que tienen las materias primas, que en condiciones normales harían que la inflación se atemperara. Apunta a los años 1973 y 1981, cuando los salarios subieron de gran manera debido a la irresponsabilidad de los sindicatos. "Los trabajadores no están creando inflación", menciona. Hace especial hincapié en la importancia de mantener los puestos de trabajo.
Por otro lado, también han comentado cómo los deudores son los únicos que salen ganando en este tipo de situaciones, ya que su pago mensual subirá menos que la inflación y en términos reales su deuda se verá reducida. Hoy alrededor del 70% de las hipotecas españolas son de tipo variable, por lo que tendrán que hacer frente a una mayor cantidad de pagos.
