La periodista, reportera de guerra y escritora, Maruja Torres, acaba de publicar 'Cuanta más gente se muere, más ganas de vivir tengo'. Un libro donde Maruja repasa su vida en un ejercicio de adaptación para entender todas grandezas y miserias de la misma cuando llega la inevitable decrepitud.
La escritora, con su estilo descarado y deslenguado, se ríe de la vida, con lo bueno y con lo malo, y agradece "vivir por los que ya no pueden".
"En 2024 se ha muerto casi una generación", señala la periodista que reflexiona sobre el momento exacto en el que morimos: "Es una incógnita lo que te puede pasar. Puedes morir acompañado o solo en el aeropuerto".
Maruja confiesa estar "muy agradecida" con la vida que ha tenido y asegura que la lección más importante es entender que "lo que importa es la mirada".
La escritora que se crió en el Raval, aunque ahora vive en Madrid, explica que el procés le "dolió mucho" porque "enemistó a la gente" y "tenías que hablar en voz baja en los restaurantes".
En su libro también se habla de sexo y Maruja reivindica que en su generación "costó mucho romper la barrera para ser libres".
Sobre su carrera como escritora y periodista, recuerda que en la primera redacción franquista en la que trabajó tuvo que ponerse "muchas veces en jarras" pero nunca " se victimizó" y salió adelante " dando cabezazos".
De ahí pasó a Fotogramas. En aquella época el cine "era lo moderno" y trabajar allí le enseñó muchas cosas, como "dónde está Nueva York".
Por último, sobre el amor, Maruja asegura que "no se ha olvidado de ningún hombre" aunque confiesa que nunca estuvo enamorada "durante mucho tiempo".