Corría el principio de los años 80 cuando irrumpió un grupo de música rompedor, con un look que nos dejó a todos perplejos y que venía acompañado de unos abanicos gigantes nunca vistos hasta la fecha.
Este grupo de chicos, formado en Ibiza, alcanzó en muy poco tiempo una relevancia internacional. En 'Julia en la Onda', hablamos con dos de ellos, Carlos Armas y Juan Antonio Fuentes, sobre el estreno de la nueva serie de Movistar + homónima que repasará la historia de uno de los grupos más importantes de la música española.
Ambos reconocen que no creían que volverían a estar en la palestra, aunque sí que se merecieran "poder contar nuestra historia de verdad". 30 años después de aquel éxito irrefutable que, según reconocen, "marcó una época", hacen balance también de los 25 años "de pesadilla" de después.
¿Cómo surgió Locomía?
Todo comenzó en Ibiza, con Xavier Font generando esa especie de harén a su alrededor y en torno a una famosa discoteca del momento, la Discoteca Ku, donde eran adorados y empezaron a ganar mucho dinero haciendo performances y vendiendo lo que hoy llamaríamos merchandising.
En una de esas noches apareció el manager musical José Luis Gil, asociado a nombres como los de José Luis Perales, Miguel Bosé, Mari Trini o Raffaella Carrá. Les propuso formar un grupo musical en serio y dar el salto a Madrid. Aquí tenemos ya a los dos grandes titanes de la historia, que acabarían luchando (y lo siguen haciendo hoy) por el grupo.
Xavier Font no sabía en aquel momento que, con la fama apabullante de Madrid llegaría el final de su dominio sobre los integrantes del grupo, incluido su propio hermano. El hermano de Xavier salió del grupo, entró Juan Antonio Fuentes, que hoy nos acompaña, y el productor José Luis Gil les hizo firmar un contrato en el que se especificaba que ninguno podía revelar su orientación sexual.
Tras su salida, Xavier Font se trasladó a vivir en Miami. En el 92 Gil lo contactó para que se encargara de supervisar a la banda en una gira por Estados Unidos. Lo que allí ocurre es que Font convence a la banda de que abandone a Gil por, supuestamente irregularidades económicas. Aquí comenzó esa guerra de titanes entre Font y Gil que lleva a que el manager, en Madrid, bloquee todas las actuaciones del grupo original en América. De esta forma, se generó otro Locomía en Madrid.
El resultado fue que ambos grupos y por tanto la marca se fueron apagando y que a pesar de los intentos de resurrección, Locomía se haya quedado en los locos años 90.
