Juan Antonio Cabrero ha asegurado que él invirtió porque era un complemento para su pensión y porque creía en las energías limpias.
"En nuestro caso, pedimos un préstamo y el banco lo facilitaba", ha reconocido. El día de nochebuena de 2010 sufrimos un recorte y en el 2015 y califica lo que ha ocurrido con el impuesto al sol como una "diarrea legislativa que lo que ha hecho es penalizar a los pequeños productores".
Juan Antonio reconoce que él invirtió 100.000 euros de un préstamo, pero cuando llegaron los recortes, se complicó todo.
A los pequeños productores de energía fotovoltaica les dijeron que con los beneficios de la fotovoltaica, los primeros 10 años podrían devolver el dinero invertido y luego les quedaban 10 años más y luego 20 años más para tener un complemento.
Se recortaron los beneficios de forma retroactiva y se añadió el impuesto al sol y los pequeños productores no pudieron hacer frente a esos pagos.
José Antonio Rapún ha explicado que en diez años ha habido hasta nueve normas regulatorias distintas. Además, en 2012 se impuso el impuesto por producir electricidad también a los pequeños productores, y eso lo califica como "aberración".