"Estamos muy orgullosos de la obra hecha y los años de mimo invertidos", afirma el alcalde de Iruña de Oca, Javier Martínez. A la vez que nos cuenta que para él y todos los ciudadanos "es un orgullo tener una joya como esta".
Poco a poco han conseguido que sea un rincón muy demandado por el turismo.
Respecto a las ruinas de un convento del Siglo XVII que han conservado y mejorado nos cuenta que "no queríamos un espacio nuevo, queríamos reproducir lo que ya había".
Para esta labor han contado con antiguos presos reinsertados que han realizado diversos trabajos por lo que "nos sentimos orgullosos de doble manera porque esa gente no se quede fuera del mercado laboral y por recuperar el patrimonio", destaca Javier Martínez.
Por otro lado, les dieron el Premio Reincorpora de 2016 por esta labor.