Durante décadas, en la mayoría de carreteras y fábricas de nuestro país se escuchaba el particular sonido de los motores Barreiros, las robustas obras de ingenierías que impulsaron buena parte de la industria española, entre el 1954 y el 1978. Eduardo Barreiros fue el principal artífice de esta gran empresa industrial, y 40 años después del cierre de la compañía, la fundación Barreiros aún preserva la memoria de este hito industrial. Mari Luz Barreiros, hija de Eduardo y presidenta de la Fundación, ha relatado en 'Julia en la Onda' algunas de las claves que encumbraron a su padre como uno de los principales industriales del país.
Coches, camiones, carretillas, furgonetas, motores para barcos... Durante su andadura, la empresa Barreiros - que creó 25.000 empleos directos y 100.000 empleos indirectos- fabricó toda clase de componentes y vehículos, desde su gran fábrica en Villaverde: sin embargo, Barreiros nació en una pequeña aldea gallega en 1919, y se introdujo en la mecánica en un pequeño taller de Orense.
"Hace muchísima falta que los jóvenes sepan un poco de toda esa historia tan admirable de la vida de mi padre", ha declarado Mari Luz, que ha explicado como su padre tuvo un objetivo claro desde que se formó en la mecánica: transformar los motores de gasolina de la época en motores de diésel, que permitían un consumo mucho más barato. Después de formarse con el mecánico Manuel Cid, trabajando en su taller en condiciones durísimas, Barreiros consiguió dar con el proceso para transformar los motores en diésel, a pesar de que todos los expertos a los que consultó dieron la tarea por imposible.
Estas transformaciones de vehículos le granjearon un cierto éxito a Eduardo Barreiros, que después de transformar al diésel cerca de 2.000 camiones decidió dar el salto y diseñar su propio motor. Entonces, el mecánico se trasladó a la localidad madrileña de Villaverde y fundó una pequeña fábrica con 7 personas, que terminaría evolucionando hasta mutar en un gran complejo industrial de dos millones de metros cuadrados. Con los años, la empresa pasaría de fabricar únicamente motores a fabricar el 40% de los camiones, ejerciendo una fuerte competencia a la empresa estatal ENASA.
En la entrevista, Mari Luz ha incidido en varias ocasiones en esta competencia, y en las dificultades que el Instituto Nacional de Industria (INI) del régimen de Franco impuso sobre la empresa de Barreiros: "Al que intentara crear una empresa, levantar la cabeza, no lo consentían", ha declarado la presidenta de la fundación, que rechaza enérgicamente la etiqueta de "Diésel del régimen" que en ocasiones se coloca sobre la histórica empresa.
Barreiros ha explicado como el INI denegó varios permisos a la empresa de su padre, que quería construir camiones y tractores; tal y como ha relatado la presidenta de la Fundación, la empresa no consiguió ganar un cierto margen de maniobra hasta que ganó un concurso convocado por el ejército portugués, que quería comprar un nuevo modelo de camión capaz de moverse en los complicados terrenos de Mozambique. En este concurso, el modelo español no solo se impuso al de compañías como Mercedes, pues tuvo incluso que remolcar al prototipo de General Motors durante la prueba.
En el programa, Mari Luz Barreiros ha querido destacar también la generosidad y humanidad "infinitas" de su padre, tras escuchar los audios enviados por los oyentes, que han compartido sus recuerdos acerca de la emblemática marca.